El Liquigas tuvo que cambiar de objetivo en el tramo final de la jornada. Así lo explicó Peter Sagan, el ganador: «Hemos trabajado para intentar la victoria de etapa en el ascenso del puerto y tras el descenso nos hemos quedado cuatro del Liquigas y un Movistar (Lastras), y entonces el objetivo era para conseguir la máxima ventaja. Hemos intentado trabajar para Nibali pero estaba Lastras y he tenido que meterme en el sprint». Era su primer triunfo en una grande, y se mostró «muy contento».

Por su parte, Pablo Lastras ofreció una declaración escalofriante: «El descenso de Liquigas ha sido un espectáculo. En bicicleta tengo poco miedo y mucho respeto, pero hoy [ayer] he pasado miedo porque ha sido increíble cómo han bajado».

Y reconocía la suerte del vencedor: «Sagan es un ciclista tocado por una varita mágica, pero tenía que vigilar a los cuatro porque podía ganar cualquiera. He intentado sorprenderles por el lado más difícil pero no ha podido ser. Ha sido una pena porque tenía en la cabeza ganar para ofrecerle el ramo a Txente García Acosta. Él ha sido uno de mis referentes en el ciclismo y ha sido una baja muy importante para el equipo».

Perder tiempo donde no se debe

Uno de los mayores perjudicados fue Joaquim Purito Rodríguez: «Hoy he perdido tiempo donde no lo tenía que perder. En la parte final iba a su rueda (de Nibali) y no he sido capaz de seguirlos», afirmó.

Mientras tanto, Vincenzo Nibali reconoció que «cuando atacamos y vimos que se abrían diferencias decidimos ir a tope hasta el final. La jugada ha salido bien y he conseguido una buena diferencia».

Entre los vascos, Haimar Zubeldia explicó que «la bajada era muy sinuosa y los Liquigas se han lanzado. En este comienzo de Vuelta me estoy encontrando bien, pero ya veremos si aguantamos porque igual se hace muy largo. Soy del norte pero me gusta más el calor y para mí si sigue así perfecto».