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Una relativa calma siguió a la represión de la primera jornada de huelga general en Chile

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Decenas de miles de personas recorrieron ayer en calma aunque custodiadas por un fuerte dispositivo policial las calles de Santiago de Chile y de otras ciudades importantes en el país, en la segunda jornada de huelga general de dos días convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el mayor sindicato de Chile. Aunque al término de las manifestaciones de ayer se produjeron algunos enfrentamientos entre personas encapuchadas y policías, la jornada discu- rrió con bastante tranquilidad tras la represión al más puro estilo de la dictadura militar de la víspera, que se saldó con 348 detenidos y al menos cuarenta heridos, entre civiles y carabineros.

Ayer, los estudiantes secundarios y universitarios, movilizados desde hace tres meses en demanda de mejoras en la educación pública, fueron los principales protagonistas de la multitudinaria manifestación, que se desarrolló en un ambiente festivo. A ellos se sumaron trabajadores de distintos gremios, que exigen mejoras laborales y reformas sociales. Además de en Santiago de Chile, hubo marchas en Valparaíso, Concepción, La Serena, Talca y Copiapó.

Las movilizaciones de ayer tienen lugar después de una intensa madrugada de disturbios y algunos saqueos en varios puntos de la capital. El despliegue de efectivos de Carabineros -policía militarizada- fue uno de los más significativos desde el fin de la dictadura, en 1990; incluso se utilizaron tanquetas Movag, empleadas entonces, para despejar algunas vías en las que se levantaron barricadas y se encendieron grandes fogatas.

Varias caceroladas se escucharon en zonas de Santiago y de otras ciudades, un mecanismo de protesta que hace unas semanas comenzó a utilizarse por primera vez desde la dictadura.

Tanto la CUT como la Asociación de Empleados Fiscales (ANEF) calificaron de «éxito» la primera jornada de paro, sin embargo, sus versiones contrastan con la del Gobierno, que afirmó que fue un rotundo fracaso.

Dejan la huelga de hambre

Los seis estudiantes de secundaria del Liceo A-131 de Buin que hace 38 días iniciaron una huelga de hambre para exigir una mejora del sistema educativo en Chile decidieron ayer poner fin a su protesta, debido a su delicado estado de salud.

No obstante, adelantaron que esa decisión no significa que que vayan a abandonar también su lucha por una educación gratuita y de calidad, que comenzó hace tres meses.

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