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pp y psoe PACTAN LA MODIFICACIÓN CONSTITUCIONAL EXPRÉS

La decisión sobre la reforma de la Constitución agrava la crisis del PSC

Con sus diez senadores con libertad de voto, el PSC tiene en su mano la oportunidad de provocar una consulta sobre la modificación exprés de la Constitución española pactada por PSOE y PP. Pero esta presión no ha hecho más que aflorar las tensiones internas de un partido que busca su identidad después de los últimos varapalos electorales. La decisión se anuncia para mañana, horas después de que Zapatero reúna en Madrid a dirigentes, «barones» y diputados.

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Beñat ZALDUA | BARCELONA

El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) lleva tiempo posponiendo un Congreso que, tras las últimas catástrofes electorales, debería imprimir un nuevo rumbo al partido, estableciendo un nuevo equilibrio entre las dos corrientes principales de la formación: la más cercana al PSOE, por un lado, y la que apuesta por un partido independiente y más cercano al catalanismo, por otro. Pese a querer dar una imagen de cohesión hasta esa cita congresual -después del 20-N-, la decisión sobre la reforma de la Constitución española ha vuelto a poner de relieve las tensiones internas.

No en vano, después del posicionamiento de CiU a favor del referéndum, la aritmética parlamentaria ha otorgado a los socialistas catalanes el poder de forzar un referéndum. En el Congreso forman parte del mismo grupo parlamentario que el PSOE y siempre acatan el voto del partido español. En la Cámara Baja, sin embargo, los diez senadores del PSC pertenecen al grupo Entesa Catalana de Progrés, junto a ERC e ICV-EUiA, y tienen libertad de voto, al menos en principio.

Los partidarios del referéndum en el Senado -CiU, PNV, ERC, ICV, CC y BNG- suman 19 de los 26 votos que necesitan para que la reforma no se apruebe por la vía rápida. Si CiU, que ha abogado por un referéndum el mismo 20-N, confirma su voto a favor de la consulta, los diez senadores del PSC tendrán la llave para que sean los ciudadanos los que decidan.

Dentro de Entesa, los partidos tienen libertad de voto y habitualmente el PSC vota junto al PSOE, menos cuando se trata de temas referentes al Principat. Y aquí está el punto de discordia, ya que en el propio partido hay quien interpreta la reforma como una medida económica necesaria a nivel estatal y quien, por contra, la entiende como un recorte al autogobierno.

Malestar de los catalanistas

El mismo día del anuncio de la reforma, varios representantes del ala catalanista del PSC se mostraron contrarios a una reforma que limitase el endeudamiento autonómico. Como viene sucediendo últimamente, Twitter fue el medio para hacer declaraciones. La exconsellera Marina Geli afirmó que su partido «sólo puede apoyar una reforma constitucional que contemple el autogobierno».

El alcalde de Lleida y uno de los candidatos a liderar el partido después de las estatales, Ángel Ros, coincidió en que la reforma no debe reducir «la au- tonomía financiera de Catalunya». Meritxell Cabezón, Lourdes Muñoz y varios representantes de la corriente catalanista Nou Cicle (Nuevo Ciclo) también se pronunciaron en los mismos términos.

El último de los socialistas catalanes de peso en pronunciarse a favor del referéndum fue el diputado en las Cortes madrileñas Sixte Moral, que en su página web ha abogado por que la reforma se llevase a cabo en la próxima legislatura. En caso contrario, pedía «votar la reforma el día de las elecciones».

«Si se fija el techo de déficit posible, hay que hacerlo con el margen necesario para que los parlamentos autonómicos digan el suyo; y también estaría bien que fijara otros parámetros como los límites de los déficits de las balanzas fiscales interregionales», concluye Moral.

El juego de CiU

Pese a estas voces a favor de la consulta, la opinión general es que el PSC -al menos la mayoría de sus senadores- votará a favor de la reforma. No obstante, ayer se filtró que el ex president José Montilla,p fue consultado varias veces durante la negociación del PSOE con el PP. Según publicaba ayer ``El Periodico de Catalunya'', José Montilla habría persuadido a Rubalcaba para elevar el déficit permitido a las autonomías del 0,1 inicial al 0,14 definitivo.

Si esto es así, resulta improbable que una mayoría del PSC desautorice el «logro» de su todavía líder y apueste por un refe- réndum. El jueves, Montilla ya había declarado que no le entusiasmaba la reforma, pero que «tendría más costos no hacerla que hacerla». El ex president parecía resignarse: «Si queremos los dineros porque los necesitamos, tendremos que aceptar las reglas del juego».

Es de esperar que la decisión provoque una fractura todavía mayor en las filas socialistas, que darán a conocer su posición oficial mañana. Así lo anunció el portavoz del PSC en el Parlament, Joaquim Nadal, uno de los pesos pesados del partido y dirigente cercano a la corriente catalanista.

Nadal evitó apoyar directamente la reforma y señaló que primero deben «evaluar exactamente de dónde viene la decisión, quién propone y quién impone las circunstancias».

El día en que Zapatero anunció la reforma, Nadal se apresuró a declarar que un cambio en la Constitución no era el camino para fijar un límite al déficit. «Cuesta mucho entender que ahora sea fácil lo que durante tantos años ha sido difícil», señaló. Sin embargo, una vez conocido el contenido del acuerdo, el propio Nadal señaló que «es mejor del que se había insinuado inicialmente», dejando así la puerta abierta al voto favorable. De hecho, llegó a asegurar que un referéndum resulta «difícilmente compatible» con el proceso de reforma diseñado por PSOE y PP

Nadal también aprovechó para criticar la posición de CiU y su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que calificó como la de alguien que únicamente aporta «ocurrencias muy propias de quien se mueve en la comodidad de no tener responsabilidades directas de gobierno». Y es que con su coqueteo con el referéndum, CiU pasa hábilmente la presión al PSC, sabiendo la crispación interna que ello supone en las filas socialistas.

Por eso, más allá de la posición que termine adoptando la formación, todos los analistas coinciden en que la situación pone de manifiesto la urgente necesidad que tiene el PSC de encontrar su identidad y aclarar qué es en realidad: si la sucursal del PSOE en el Principat, o un partido hermanado con el resto de socialistas pero independiente, como acordaron sus fundadores.

TRAS DURÁN, ICV

Después de que Durán i Lleida aumentara la presión sobre el PSC al apoyar un referéndum, Joan Herrera (ICV) instó también a los diputados y senadores del PSC a «dejar que la gente opine» sobre una reforma «de derechas y centralista».

INCLUSO CASCOS

El presidente de Asturias y ex dirigente del PP Francisco Alvarez Cascos también se sitúa en contra de la reforma del PSOE y PP, que por ahora recibe apoyo expreso del Gobierno navarro y silencio desde el de Lakua.

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