Barricada se han tomado un año, al menos, de pausa tras una larga temporada repleta de trabajo. Sin embargo, El Drogas, su vocal y bajista, es demasiado inquieto como para conformarse con el asueto, por lo que rescató del pasado Txarrena, con quienes continúa trabajando en verano con un repertorio muy atractivo.

¿Modifica sus costumbres en verano?

Los hábitos en verano deben ser modificados. Cambio los hábitos de tejido grueso por los de tejido fino.

Es sujeto nocturno, ¿cómo lleva la luz del verano?

La luz me gusta, no tanto el acompañante (el calor).

 ¿Identifica el verano con algún olor, quizá hierba segada...?

En la ciudad y en el barrio desgraciadamente es el cemento el que manda y el olor a polvo mojado me provoca asma

¿Tiene un libro cerca o son días de «no hago nada» más allá de lo imprescindible? 

Tengo la suerte de que los libros no entienden de estaciones y los engaño abriéndolos cuando a mí me apetece (que es casi siempre).

 Con el verano llegan las fiestas y los toros, ¿no se encuentra Euskal Herria un poco atrasada en este último aspecto aspecto?

Y los olores a meaos y a vomitonas de kalimotxo y a testosterona barata... También otros olores más crueles continúan su rumbo en verano, como el olor a cadáver de kayuko.

 No le asocio a la piscina ni en la playa, pero quizá nos sorprenda.

El agua en vaso y en la ducha, aunque alguna escapada a la playa cae (más por cuestión familiar que por necesidad propia).

 ¿Y de pesca sin muerte por algún río?

Mi río (Arga) me invita en ocasiones a acudir a su orilla con acústica y armónica y solemos cantar a dúo.

 ¿Tiene tumbonas en casa, para salir al campo, tele portátil, ordenador portátil, smartphone, tableta digital?

Tengo algunas de esas cosas, pero no para ir al campo. Con mi bici me vale (y botellín de agua).

 ¿Cuenta con una guitarra portátil?

La acústica y la española (denominada por algunos «flamenca» y por otros músicos más eruditos que yo «estatal») siempre están en posición de «portátil».

 La música enriquece, pero ¿no es un poco rehén de ella?

Me defino mejor como esclavo agradecido.

 ¿Cuál es su comida favorita del estío, o los músicos terminan perdiendo el gusto por los platos y la cocina?

Aprecio el sentido del gusto. En verano, ensaladas frescas con mucha cosa y gazpacho.

 ¿Y cocina?

Tengo muchas asignaturas pendientes. Entre ellas, la cocina, aunque soy un buen fregador de cacharros.

 ¿De aquellas populares canciones de verano, ¿cuáles son las que mejor recuerda?

«Eva María», de Fórmula V. No tanto por la propia canción sino por su cara B, «El camino que lleva el viento». Y en segunda posición, la de «Help» de Tony Ronald.

 ¿La familia, amigos... le suelen pedir que toque canciones de éxito para pasar un ratito?

Sí, pero termino tocando la que me apetece, porque para eso el balón es mío.

 ¿Si hay sombra, ahí está usted? 

Recurrente. Lo mejor del sol.

 ¿Lleva siempre una púa en los bolsillos?

Es lo único que llevo. Y el vacío para que quepan las manos.

¿Piensa que con cada verano, y a pesar de sus encantos, cae un año más?

Es lo que más me gusta del verano: he sobrevivido otro año.