El curso político arranca con un objetivo claro para EA: presentar un «proyecto de pueblo» de cara a la cita electoral del 20-N. Esta idea, defendida ayer por el secretario general de la formación, Peio Urizar, se sustenta en una gran coalición formada por todas las fuerzas abertzales de Hego Euskal Herria. Una alianza, en la que todo indica que no estará presente el PNV, que defienda el derecho a decidir del pueblo vasco en las Cortes de Madrid.

Urizar, que compareció ayer en una rueda de prensa ofrecida en Gasteiz con motivo del 25 aniversario de EA, destacó la decisión de Aralar, que el pasado sábado, día 3 de setiembre, aprobó presentarse a las elecciones de noviembre en coalición con las fuerzas políticas ya presentes en Bildu.

El máximo dirigente de EA, que calificó de «positiva» la decisión tomada por la militancia de Aralar, advirtió que el acuerdo electoral con la formación de Patxi Zabaleta no está cerrado. «Tendremos que ir detallando todos los pasos», añadió.

Para Urizar, la creación de una gran coalición abertzale de cara a la cita electoral española servirá para poder «poner definitivamente a Euskal Herria rumbo a la soberanía, sólo por las vías políticas y diciendo claramente que la violencia no está dentro de los parámetros de la política vasca». En ese sentido cabe recordar que todas las fuerzas presentes en esa alianza han suscrito el Acuerdo de Gernika.

Con la entrada de Aralar en la coalición, aún falta saber si el Tribunal Constitucional revertirá la sentencia del Supremo contra Sortu antes de la celebración de los comicios.

No obstante, Peio Urizar subrayó que la situación legal de Sortu de cara al 20-N no será impedimento para que «la apuesta por la unión de fuerzas abertzales sea una realidad». Según él, dicha unión va «más allá de las marcas», ya que, detrás de la alianza electoral hay «un compromiso estratégico para llevar adelante la suma de las diferentes sensibilidades nacionales» presentes en Euskal Herria.

«Como si fuera el demonio»

Por otra parte, Urizar se refirió a la campaña mediática iniciada contra Bildu desde el día de su legalización. A su parecer, los medios estatales han tratado a la coalición «como si fuera el demonio», convirtiéndola en la «serpiente del verano».

Además, el dirigente abertzale criticó la polémica suscitada en Leitza, donde un acto celebrado para pedir la repatriación de los presos políticos vascos acabó con la imputación en la Audiencia Nacional de tres personas, entre ellas su alcalde.