PRIMERA FEMENINA | Triunfo txuriurdin
La Real se estrena ganando a domicilio con solvencia
El equipo de José Manuel Etxabe fue muy superior a un Valencia que apenas le
inquietó. Maialen por partida doble e Itziar anotaron los goles de la victoria.
VALENCIA 1
REAL SOCIEDAD 3
La Real levantó el telón de la temporada haciendo buenos los pronósticos de quienes le sitúan entre los candidatos a, como mínimo, hacerse con alguno de los billetes para disputar la Copa. El equipo de José Manuel Etxabe no sólo se impuso con solvencia en su visita al Valencia, sino que dominó el encuentro de principio a fin y demostró empezar la Liga en un buen estado de forma. Maialen, con dos goles, volvió a convertirse en el estilete de un equipo que siempre quiso el balón y la victoria.
Desde el pitido inicial, las txuriurdines se hicieron con el dominio del juego y empezaron a mover el balón en la zona ancha del campo, a la espera de encontrar un agujero en la zaga rival. Y así sucedió que a la media hora de juego, Maialen abrió la lata con un gran gol. La delantera se escoró a la derecha, enfiló el camino del área y con un centro-chut sorprendió a Casamayor, que vio cómo el cuero se colaba por la escuadra sin que pudiera hacer nada para evitarlo.
Susto sin consecuencias
Tras el paso por vestuarios, el conjunto ché igualó la contienda en uno de los pocos acercamientos a las inmediaciones de Sokoa. Fue con un lanzamiento de falta al corazón del área, que Ana cabeceó al fondo de la red.
Pero el empate no inquietó a las donostiarras, que continuaron a lo suyo, seguras de que su superioridad acabaría dando frutos. Tocando con velocidad el balón y abriendo el campo para encontrar el camino del gol. De nuevo fue Maialen quien decantó la balanza del lado blanquiazul. Esta vez con un disparo cruzado desde el interior del área, ante el que nada pudo hacer Casamayor. No se conformaron las de Etxabe, que fueron a por la sentencia. Llegó sólo cinco minutos después, gracias a un error defensivo de la zaga local que aprovechó Itziar.
Ahí se acabó definitivamente el partido. La Real siguió mandando, aunque no quiso hacer sangre, y las valencianas bajaron los brazos, conscientes de la superioridad rival.