Hace unos días coincidimos unos amigos en el Aquarium de Donostia, nos pusimos a hablar sobre la actual crisis global y las consecuencias en las sensaciones que provoca en el día a día de la gente sencilla, con sentimientos de ansiedad, estrés, vulnerabilidad y soledad.

En un momento de la conversación alguien preguntó si los peces ven el agua. Era el recurso metafórico que utilizaba nuestro amigo para visualizar la relación entre el modelo cultural, social y económico en el que vivimos los seres humanos, el cual es similar a la expresión de agua para los peces, pero que éstos no ven. La causa de la crisis global, y de no poder ver el agua, tiene relación con el modelo cultural.

Éste no saber cuál es la causa de tal situación es debido a que hace varios siglos nos impusieron un «modelo cultural» de opresión; ese modelo, es el «modelo patriarcal», cuya base se establece en la propiedad privada. Este sistema productivo, que en la actualidad se llama capitalismo avanzado, está en manos de unos pocos y a la población, en general, se nos convierte en siervos de dicho sistema.

Los valores de este sistema se conforman sobre la rivalidad, competitividad, dominación e individualismo; valores fundamentales para que el capitalismo avanzado continúe vigente en nuestra sociedad. Lo cual se expresa, en la actual situación de crisis global, en angustia, estrés, agresividad, violencia y, en general, una sensación de soledad e insatisfacción vital.

Este modelo cultural patriarcal se impuso en nuestro pueblo hace unos pocos siglos. Los vascos teníamos otro modelo cultural, el «modelo matrilineal». Modelo, el cual surge en las primeras culturas europeas, construido por nuestros antepasados para nuestra propia supervivencia.

Tal modelo surge de la observación que los primeros vascos hicieron de la «Madre Tierra», Ama Lurra. De esta observación recogen los valores con los cuales conforman la vida social, personal, y su propio sistema productivo.

Para los vascos estos valores son: generosidad, de la misma forma que nos ofrece la madre tierra con sus alimentos; el cuidarla como ella nos cuida con el trabajo diario; protegerla como ella nos protege; fuerza y virilidad, necesarios para la procreación y defensa de la comunidad.

Los vascos observaron que las características de la «Madre Tierra» son similares a las actitudes que tiene la mujer vasca: generosa, madre, cuidadora de sus hijos y familia, la que alimenta, protege, la que enseña y transmite el modelo cultural en la transmisión oral; por lo que se la considera sabia como la «Madre Tierra».

En este modelo matrilineal la figura masculina y femenina se encuentran en equilibrio cooperando juntos frente las adversidades de la cotidianidad.

De los valores del modelo cultural matrilineal, nuestros antepasados construyeron dos estructuras sociales importantes para la supervivencia de nuestro pueblo : el Auzolan y el Batzarre. Estas dos estructuras son comunitarias; en el Auzolan la tierra y los beneficios son de la comunidad; el Batzarre es la asamblea de la comunidad en el cual se toman decisiones ante las dificultades y necesidades.

Hacer frente a la actual crisis global, que además coincide con un cambio de época, nos obliga a la gente sencilla que vivimos en Euskal Herria a realizar una labor colectiva proactiva para transitar hacia otro modelo social y económico que se fundamente en los valores matrilineales, en donde el Auzolan y el Batzarre, al igual que antaño, sean dos estructuras sociales esenciales.

Si lo peces del Aquarium fueran conscientes de ésta necesidad de cambio, podrían pensar que esta tarea es muy difícil o imposible. Pero lo cierto es que el mar de la libertad está a 20 metros de «nuestro» Aquarium.

Los días 30 de septiembre, 1 y 2 de octubre se celebrarán los I-Encuentros Auzolan en Usurbil. Un espacio para construir un camino nuevo en el cual se tratará, entre otros temas, sobre el modelo cultural vasco, el modelo matrilineal... Toda la información sobre los encuentros puede hallarse en (www.auzolan.info).