Entre reinventarse y morir, el Alavés ha optado por lo primero. Con una renovación profunda, que se ha extendido por todas las esferas del club. Incluyendo el banquillo, desde el que Luis de la Fuente (Haro, 1961) intentará ascender al equipo tras dos intentos nulos.

Precisamente esa remodelació puede convertirse en el principal hándicap del Alavés, al menos en estos primeros compases de la temporada. «Para nosotros tiene más complejidad porque el equipo es nuevo en un 80% -argumenta el técnico alavesista-. Oímos a Mourinho, a Bielsa, a Pellegrini, a cantidad de entrenadores en Primera, que necesitan tiempo para consolidar proyectos multimillonarios, así que imagínate nosotros -indica-. El tiempo es un factor importante en cualquier proyecto para consolidarlo, tanto para dar confianza a los futbolistas, como para conocer mecanismos, cohesionar el equipo...».

Con todo, tras cinco semanas de pretemporada -«en las que hemos trabajado para fomentar y fortalecer el grupo, además del trabajo específicamente futbolístico»- y las tres primeras de competición, cree que «el equipo va progresando en cuanto a conocimiento y en cuanto a rendimiento individual».

En ese contexto, De la Fuente resta importancia a un inicio un tanto irregular, en el que el Alavés sólo ha podido sumar 4 puntos en tres jornadas. Un mal que, además, no sólo afecta a los babazorros -también Eibar y Logroñés han sumado 4 puntos, la Ponferradina se ha ido hasta los 6, el Real Unión se ha quedado en 4 y el Salamanca, que todavía no conoce la victoria, ha sumado solamente uno-.

«El balance hay que empezar a hacerlo cuando transcurran más jornadas. La mayoría de los equipos del grupo hemos cambiado mucho, bien porque son equipos que han bajado de categoría y tienen que cambiar la mentalidad de los futbolistas, bien porque hemos cambiado muchísimo la composición de la plantilla... Menos el Mirandés, que prácticamente tiene la misma plantilla del año pasado y ya ves, es el único que ha ganado los tres partidos».

Pero el técnico tiene claro que el tiempo es un tesoro limitado. «Evidentemente, durante un año no puede ser norma perder muchos partidos para un equipo que lucha no ya por el play-off, sino por la primera plaza. Ahora estamos en esa fase en la que tenemos que potenciar el sentido del grupo y el fútbol que queremos desplegar, pero tampoco puede convertirse en una excusa permanente».

Exigencia sí, presión no

Al menos, puede congratularse por dirigir esa progresión sin presión, pese a tratarse de un proyecto tan ambicioso como el albiazul. «Me sentí presionado los doce días que estuve sin equipo -sonríe-. Llevo 35 años en el fútbol, sé lo que es estar en un vesturario como el del Alavés, y sé que tenemos una gran exigencia. Pero no presión. Me siento tremendamente apoyado por el club y la afición. Vivo en Gasteiz, estoy en la calle y noto que la afición nos apoya y confía en nosotros».

Confianza en un proyecto con el que el técnico se reconoce encantado. «A nivel institucional hay seguridad y confianza, que es importantísimo, y se nos transmite a nosotros para desarrollar el proyecto deportivo. Respecto al equipo, creo que hemos confeccionado un grupo muy competitivo, con hombres de fútbol que conocen la categoría e incluso categorías superiores. Es una plantilla equilibrada, en la que cualquiera puede ser titular y sentirse importante y, sobre todo, compuesta por futbolistas competitivos».

Un grupo al que De la Fuente, que no ve diferencias a entrenar a un filial como hasta ahora -«al final son todos futbolistas, y yo sé lo que piensan y lo que necesitan, porque también lo he sido», recuerda-, intentará dar su toque. «Me gustaría ver un Alavés que tenga el balón, que sea mandón y que juegue con criterio. Es muy difícil en algunos campos de esta categoría, a los que nos tendremos que adaptar. Pero sobre todo en Mendizorrotza, me gustaría que jugásemos el balón, fuéramos mandones y contundentes en la pegada».

Artilleros. Satrustegi, protagonista rojillo ante el Guijuelo, y Barrón, autor de uno de los goles del River en El Plantío, se han sumado esta semana al vagón de cabeza de la lista de artilleros. Empatan a dos con Sendoa (Alavés), Eizmendi (Bilbao Athletic), José Luis (Gimnástica), Cervero (Logroñés), Joaqui (Arandina) y Pablo Infante (Mirandés).

Alivio. Osasuna, Real Unión y Lemona celebraron su primera victoria de la temporada, aunque los irundarras siguen en descenso. Los únicos que aún no han ganado son Zamora y Salamanca. En el Helmántico arrecian los nervios y el domingo se escucharon los primeros «Balta vete ya».

Espera. Yuri Berchiche (Real Unión) y Txema Añibarro (Eibar) cumplieron el último de los cuatro partidos de sanción que arrastraban desde la pasada campaña. El primero podrá debutar en Aranda y el armero mañana mismo, en partido copero ante el Lanzarote.

Intocable. El Mirandés de Carlos Pouso es líder en solitario, al tratarse del único equipo del grupo que ha firmado el pleno de victorias. También es el único que no ha encajado un solo gol.

Internacional. N'gako (Lemona), citado por Javier Clemente para enfrentarse con Camerún a Isla Mauricio en partido oficial, no pudo jugar finalmente por problemas administrativos.