En el aniversario del comunicado en el que ETA anunció que había adoptado la decisión de no realizar «acciones armadas ofensivas», las valoraciones de los actores políticos demuestran que el escenario ha cambiado sustancialmente en estos doce meses. Entonces, las fuerzas reacias a abrir un nuevo tiempo quisieron minimizar el alcance de la iniciativa, como antes habían descalificado los movimientos de la izquierda abertzale y los del resto de agentes, vascos e internacionales, que se habían implicado en la apertura de un proceso democrático. Hoy, sin embargo, ese nuevo tiempo ya ha empezado a cobrar forma y aquellos que pretendieron cortocircuitar el cambio de ciclo se conforman con intentar ganar tiempo y adaptarse. Los acontecimientos han puesto a cada cual en su sitio.

En cualquier caso, los cimientos de este nuevo escenario, que tanta ilusión ha generado en la sociedad vasca, están siendo levantados con el único esfuerzo de aquellos que hace dos años decidieron avanzar unilateralmente por la senda de la solución y quienes desde el principio les han acompañado. En el lado opuesto, aquellas formaciones que representan al Estado español, porque lo gobiernan o tienen aspiraciones de hacerlo, no han aportado nada para consolidarlo. Al contrario, han tratado de obstaculizar cualquier avance y han hecho del inmovilismo su razón de ser, jactándose además de ello. De hecho, poco después de aquel anuncio, se produjeron operaciones policiales que se saldaron con duros testimonios de tortura, la situación de los presos no ha cambiado y decenas de miles de personas tienen todavía conculcados sus derechos.

En este año ha quedado demostrado que la apuesta por la paz y por un marco democrático es firme, y que la ciudadanía la aplaude y apoya de forma abrumadora ese esfuerzo. Las elecciones de mayo fueron un aldabonazo en ese sentido. Nadie debería ver con recelo un escenario de paz y de democracia del que todas las partes saldrán beneficiadas y, por eso, es hora de que aquellos que han puesto piedras en el camino las utilicen ahora para asfaltarlo y empiecen a avanzar por él.