UPN decide empezar a hablar con el PP y aplazar las decisiones
La Ejecutiva de UPN dio luz verde ayer a la propuesta de su presidenta, Yolanda Barcina, de comenzar conversaciones con el PP con vistas al 20-N. Sin embargo, se remarca también que no habrá decisiones por ahora, lo que da cierto margen a Miguel Sanz para maniobrar contra esa opción. Además, UPN marca una «línea roja» consistente en que la representación que se logre debe tener «voz propia», que fue precisamente el desencadenante de la ruptura de 2008.
R.S. |
La Ejecutiva de UPN decidió ayer tarde autorizar a sus tres principales cargos a «entablar conversaciones» con el PP para «valorar la posibilidad de concurrir juntos» a los comicios estatales del 20 de noviembre, como ha propuesto su presidenta, Yolanda Barcina. La «troika» negociadora estará formada por Barcina, Alberto Catalán y Carlos Gar- cía Adanero, entre los que sólo la primera parece partidaria clara de recuperar la entente con el PP rota en 2008.
El anuncio fue hecho por el secretario general de UPN, Carlos García Adanero, que expuso que la decisión se tomó tras un debate «amplio e interesante», pero «sin necesidad» de realizar una votación al respecto. En este punto, Adanero quiso dejar claro que si se lograra un consenso con el PP, esto sí que tendría que ser refrendado.
Por el momento, UPN acude a las negociaciones con la premisa de que el eventual acuerdo debe mantener la misma situación actual, es decir, que el partido tenga «voz propia» en el Congreso. Y no es una cuestión baladí, porque precisamente éste fue el argumento que usó Sanz para romper la fusión con el PP, después de que el partido de Mariano Rajoy rechazara la opción de que el diputado de UPN se abstuviera ante uno de los presupuestos del Gobierno Zapatero. García Adanero fijó ayer ese criterio como «línea roja», lo que de entrada supone una gran dificultad para el PP.
Preguntado sobre la disposición mostrada por Miguel Sanz a encabezar una lista propia de UPN, sin pacto alguno con el PP, García Adanero respondió con la ambigüedad previsible Dijo que es una persona muy válida, pero que también hay otras capacitadas, y que se debe mantener «silencio respetuoso» hasta que decida el Comité de Listas.
Por tanto, aunque el inicio de conversaciones supone un aval a la propuesta de Barcina, todos los matices aportados por Adanero apuntan a que Sanz todavía tiene bastante margen para intentar frustrar la operación, en caso de que mantenga su rechazo al reencuentro con el PP.
Sin problemas con el PSN
La otra posible herida abierta por Barcina es la que afecta al Gobierno navarro, pero ayer se empezó a cerrar.
Tanto Alberto Catalán (UPN) como Juan José Lizarbe (PSN) remarcaron que las cuestiones de gobernabilidad deben estar por encima de los intereses partidistas, si bien Lizarbe no eludió la tentación de subrayar el lío interno de UPN. No obstante, dijo que espera que esto sólo sea «una tormenta de final de verano». Por su parte, Catalán destacó que por ahora «no existe ningún acuerdo con el PP».
Sobre las supuestas "heridas" que pueden quedar entre UPN y PP tras su repentina ruptura de hace tres años, García Adanero ha señalado que "el tiempo dirá si están abiertas o cerradas", y ha incidido en que por ahora se trata de entablar conversaciones, que pueden llegar o no a buen puerto.
Asimismo, y aunque ha asegurado que no hay fecha para un primer encuentro, sí ha dicho que será la presidenta de UPN, Yolanda Barcina, quien se ponga en contacto directamente con el presidente del PP, Mariano Rajoy.
Se ha referido además a la advertencia hecha ayer por el presidente del PPN, Santiago Cervera, acerca de la "coherencia" de UPN por mantener un pacto de Gobierno con PSN en Navarra y negociar otro con el PP en Madrid, y ha asegurado que no ven que sea "incoherente".
"UPN tiene toda la intención de cumplir lo que ha firmado con el partido socialista", un acuerdo que "va a durar cuatro años" y que "no tendría que influir" en el contacto con el PP.
"Cada uno, dentro de cumplir con sus principios ideológicos que están en sus estatutos, intentamos llegar a los mejores acuerdos para satisfacer" las necesidades de Navarra, ha zanjado.ak.
Miguel Sanz se toma su tiempo para meditar si se enfrenta o no a la tesis de Yolanda Barcina. Ayer no acudió a la Ejecutiva, aunque esto no supone estrictamente una novedad porque otras veces lo ha hecho para esquivar conflictos con su sucesora.
Maiorga Ramírez, presidente de EA en Nafarroa y parlamentario de Bildu, saludó como «paso muy importante» la decisión de la Asamblea de Aralar de sumarse a la unidad abertzale para el 20-N, y destacó de paso que esta confluencia «está generando un nerviosismo» en la derecha «muy positivo para los progresistas y abertzales». Ramírez animó incluso a seguir buscando «nuevas adhesiones para que las próximas elecciones supongan un hito histórico para la libertad, para el reconocimiento de nuestro pueblo y del derecho a decidir».
«En ese camino somos todos necesarios y por eso es el momento de instar a todas las partes que pueden sumarse al proyecto al que se ha sumado Aralar a que obren con responsabilidad y altura de miras, dejando de lado los intereses partidistas y teniendo en cuenta que estamos ante una oportunidad histórica», indicó.
Maiorga Ramírez consideró como «auténtico pánico» la reacción de UPN, ya que «le está llevando a desdecirse, a modificar su estrategia y a tomar decisiones a la desesperada», algo que interpreta como «clara muestra del potencial de la unidad entre abertzales».