Preocupado por la constante bajada en la asistencia a las corridas, que en los últimos años está generando déficits importan- tes al Consistorio bayonés y, por ende, las lógicas críticas de muchos sectores del municipio, el alcalde-diputado Jean Grenet va a organizar unas jornadas de debate en la segunda quincena de octubre.

Invitará a las mismas a las empresas organizadoras de las otras seis plazas de 1ª categoría del Estado francés -Dax, Mont-de-Marsan, Nimes, Arles, Béziers, Vic-Fezensac- pero también a las empresas de Bilbo y Donostia.

Grenet, que preside la Comisión de Tauromaquia de la Asamblea Nacional, considera que el descenso en la asistencia a las corridas es, con sus más y menos, algo generalizado en estos lares y que todas estas plazas se enfrentan a «problemáticas similares».

Salvaguardar la «fiesta»

Culpa de ello a la actual crisis económica, pero también al «viento favorable a los detractores de las corridas», por lo que cree necesario reflexionar sobre métodos para salvaguardar la «fiesta», tanto en el aspecto económico como ideológico.

En cuanto al primero, el alcalde-diputado del Partido Radical integrado en la UMP estima que el coste del espectáculo taurino se ha ido disparando, debido al descenso en los ingresos provenientes de las entradas pero, sobre todo, a los altos emolumentos que perciben los matadores.

Para Grenet, la cerrazón respecto a las retribuciones cada vez más elevadas que exigen los toreros y el desequilibrio entre la asistencia es una dinámica insostenible. «¿Dónde se ha visto que cantantes que ya no atraen gran público sigan exigiendo sumas exorbitantes?» pregunta, al tiempo que aboga por recuperar «el sentido de la realidad».

Para ello, el alcalde de la capital labortana apunta la posibilidad de adecuar la forma de retribución de los toreros: «Se podría estipular una parte fija y otra en función de la entrada», plantea. Grenet es consciente de que esta medida requeriría de un fuerte consenso (a poder ser más allá del de los responsables de las siete plazas más importantes del Estado francés), para hacer frente a la presión del «mundillo» taurino.

Pro y anti taurinos

Respecto a la defensa de la corrida en el terreno ideológico-político, Grenet recordó que se dió «un gran paso» cuando el ministrio de Cultura la declaró, en abril pasado, como parte del patrimonio cultural francés, pero consideró que es «insuficiente». De hecho, los partidarios de las corridas están intentando ahora que la Unesco las reconozca como patrimonio cultural mundial. El primer edil bayonés cree que frente a la «uniformización cultural» impulsada desde Europa, «deberíamos pensar en la defensa de las culturas en el seno de la Europa mediterránea».

El Comité Radicalmente Anti-Corrida (CRAC) ha vuelto a manifestarse en la recién acaba feria de Baiona para exigir la abolición de estas prácticas. Además, han tildado de «infame» y «vergonzoso» haber incluido la corrida en el patrimonio inmaterial francés.