Enfrentamientos dentro y fuera de la sala del juicio contra Mubarak
Los enfrentamientos entre opositores y partidarios del ex presidente egipcio Hosni Mubarak dejaron varios heridos tanto en el exterior del edificio donde se lleva a cabo el juicio en su contra, como en el interior, donde abogados defensores y acusadores se enzarzaron en varias peleas. Los familiares de las víctimas de la represión acusan al Tribunal de «coquetear» con los abogados de Mubarak.
GARA |
El juicio al ex presidente egipcio Hosni Mubarak, se reinició ayer en El Cairo, en medio de enfrentamientos entre partidarios y opositores al derrocado «rais», que de nuevo estuvo presente tumbado en una camilla. Los enfrentamientos se extendieron a los abogados de Mubarak y a los de de sus víctimas, que se enzarzaron en peleas y llegaron incluso a lanzarse zapatos, lo que provocó varios recesos.
La televisión pública egipcia explicó que la pelea comenzó cuando un abogado mostró una fotografía de Mubarak. El juez no habría impedido este gesto ni la presencia de pancartas a favor del ex presidente dentro de la sala, lo que provocó la ira de los abogados de las víctimas, que a su vez mostraron otra fotografía de Mubarak a la que prendieron fuego.
Antes, a la llegada de Mubarak a la sede de la Academia de Policía, donde se celebra el juicio, al menos catorce personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Mubarak, según el Ministerio de Sanidad egipcio.
Los manifestantes corearon a favor de Mubarak «No te abandonaremos», mientras que sus oponentes gritaban «Castigo, castigo, mataron a nuestros hijos a balazos». Ya por la tarde, cuando no quedaba ningún partidario del ex presidente las fuerzas de seguridad cargaron y disolvieron la concentración, y detuvieron a 22 personas.
En el interior de la sala, durante la mañana los abogados de la acusación y de la defensa ya habían protagonizado otra pelea en la que resultaron heridas seis personas. El primer momento de tensión, según dijo a Efe el abogado de las víctimas Muntasir al-Zayat, estalló después de que el presidente del Tribunal rechazase escuchar a la acusación particular y prohibiese la entrada a la sala a los familiares de las víctimas de la represión policial en las protestas que precipitaron la caída de Mubarak.
La sesión se suspendió cuando los representantes de las víctimas protestaron contra «el coqueteo» del juez con los abogados del ex mandatario. Los letrados de la acusación llamaron a los egipcios a protestar para presionar al tribunal.
Responsabilidades
La tercera audiencia se dedicó a definir las responsabilidades en las muertes de manifestantes durante la revuelta, entre enero y febrero, que obligó a renunciar a Mubarak el 11 de febrero.
Los primeros testimonios no aclararon si Mubarak ordenó disparar contra los manifestantes. Varios altos cargos de la Seguridad Central o bien negaron haber recibido órdenes de abrir fuego contra los civiles o bien acusaron a Ahmed Ramzy, asesor el entonces ministro del Interior, Habib al Adli, ambos en el banquillo de los acusados, de haber armado a la policía.
La represión causó oficialmente casi 850 muertos. Si se demuestra la responsabilidad personal de Mubarak en la orden de disparar munición real el ex presidente podría enfrentarse a la pena de muerte.
Por otra parte, el máximo responsable de la Justicia militar, Adel al-Mursi, anunció la suspensión de los juicios militares a civiles cuando se ponga fin al estado de emergencia, vigente desde 1981, pero está previsto que se mantenga la posibilidad de enviar a la Justicia militar a acusados de «crímenes contra de la seguridad del Estado».
Las sesiones del diálogo nacional lanzado por el presidente sirio, Bashar al-Assad, en respuesta a las protestas comenzaron ayer en las provincias del país y se desarrollará hasta el 20 de setiembre, mientras se mantiene la represión en varias ciudades. Además, los enfrentamientos armados llegaron a Damasco. Varios soldados desertores del régimen del presidente Al- Assad se enfrentaron con militares leales al Gobierno en varios puntos de la capital, según informaron fuentes opositoras locales a Al-Jazeera.
Al menos doce personas murieron por disparos del Ejército y fuerzas de seguridad sirias, incluyendo cinco en la ciudad de Homs (centro), donde cerca de un centenar de personas fueron detenidas, según activistas de oposición. «Tres personas murieron en Homs, incluyendo dos en el Al-Khalidiya y una tercera en Al-Bayyada por disparos de las fuerzas de seguridad durante una ofensiva en estos distritos», dijo a AFP Omar Idleb, portavoz de los Comités de Coordinación Local, uno de los movimientos que impulsa las protestas contra el presidente sirio. Los grupos opositores relataron la entrada en Homs de vehículos blindados y camiones procedentes de Hama, así como el despliegue de tanques en la aldea de As Sabil, (región Idleb). También «más de 30 vehículos militares y de seguridad asaltaron Hama por la mañana, y un intenso tiroteo se escuchó en la ciudad», denunciaron.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, llegará mañana a Damasco para tratar la crisis. Por otra parte, el mandatario sirio se entrevistó con el presidente de Cruz Roja Internacional, Jakob Kellenberger, tras lo que se autorizó a esta organización a acceder a la prisión central de Damasco. GARA
Al menos 24 personas -cinco civiles y 19 milicianos- murieron en varios bombardeos de la aviación yemení en la provincia de Abyan. Los cinco civiles fallecieron en el ataque contra un edificio de la ciudad de Jaar en el que supuestamente se escondían integrantes de las milicias que el Gobierno vincula a Al-Qaeda. Varios milicianos murieron en el bombardeo de un hospital de la localidad.
Mientras tanto, el estancamiento político amenaza con degenerar en enfrentamientos entre partidarios y opositores al presidente, Ali Abdullah Saleh, con despliegues de tanques, misiles y civiles armados y la apertura de trincheras en la capital, Sana'a. GARA
