Al menos 37 personas han muerto, 56 están desaparecidas y varios miles permanecen aisladas tras el paso por el centro y sur de Japón del potente tifón «Talas», el más destructivo en los últimos siete años en el archipiélago, según los datos difundidos por la televisión pública NHK. El "Talas" tocó tierra el sábado en la isla de Shikoku (sur) y avanzó por el oeste con lluvias torrenciales y vientos de hasta 108 km/h, hasta alejarse ayer lentamente hacia el norte por el Mar de Japón ya convertido en tormenta tropical.

A su pasó se llevó por delante infraestructuras, desbordó ríos y causó numerosos corrimientos de tierra en las zonas costeras, donde los equipos de rescate trabajaban ayer para intentar restaurar las vías cortadas y acceder a las zonas más remotas.

En la montañosa península occidental de Kii, al sur de Osaka y donde se encuentra la provincia de Wakayama, una de las más afectadas, las precipitaciones caídas llegaron a dejar el récord histórico de 1.800 milímetros y causaron aludes de barro que sepultaron decenas de viviendas.

El tifón mantenía en alerta máxima a unas veinte de las 47 provincias de Japón, incluida Tokio.