Final de la feria de Lekeitio
Porque el viento no siempre puede soplar a favor
Olaizola II y Apraiz se adjudicaron el título ante unos Berasaluze VI-Begino sin capacidad de sufrimiento.
BERASALUZE-BEGINO 14
OLAIZOLA II-APRAIZ 22
Jon ORMAZABAL
Siendo, como es, una buena villa marinera, en Lekeitio saben bien que el viento y la mar no soplan siempre en la dirección que uno desea y que hay que saber hacer frente a las condiciones adversas. Sin embargo, Pablo Berasaluze y Aritz Begino, que lo bordaron en Bilbo y en la semifinal lekeitiarra cuando pillaron la buena ola, no supieron hacer frente al temporal de ayer en el Santi Brouard y dieron demasiadas facilidades a un Aimar Olaizola que tampoco pudo estar tan brillante como el sábado, y un mucho más que correcto Alexis Apraiz.
Dice el refrán que «vísperas de mucho, días de nada» y lo cierto es que la final de ayer en Lekeitio defraudó bastante al numeroso público que eligió la pelota en el Antzar Eguna.
Desde el primer arreón que Aimar Olaizola le dio al partido imprimiendo un fuerte ritmo, se vio claro que el viento soplaba en contra de los intereses de los ganadores del torneo de Bilbo, que ya habían perdido las finales de 2008 y 2009 en ese mismo frontón.
Si cuando Begino es capaz de mandar y dominar a su rival, difícilmente se puede escoger un mejor complemento que Pablo Berasaluze para sacar partido al poder del de Auza, cuando el navarro no es capaz de soltar su derecha, esa química tan perfecta en ataque desaparece por completo en defensa.
Mal en defensa
Gran parte de la final de ayer se fue en un decepcionante inicio de partido por parte colorada. Begino no acertó a gozar una pelota que nunca le entró bien en la mano y se vio superado por un solidísimo Alexis Apraiz, situación que aprovechó Aimar Olaizola para exigir a un Berasaluze excesivamente fallón en su defensa desde el ancho.
Aunque se conozca más su versión de cazador, el delantero de Goizueta es un gran pescador en aguas revueltas y aprovechó la situación para poner un 8-0 en el marcador que terminó siendo la diferencia que mostraría el resultado final.
A pesar de que los colorados lo intentaron, en ningún momento se los vio cómodos sobre la cancha y los gestos de Begino cada vez que no conseguía gozar la pelota puesta en juego por sus adversarios eran más que evidentes de esa incomodidad.
De hecho, que la diferencia en el marcador final no fuera mayor radicó básicamente en que Aimar Olaizola, que ha recuperado la chispa tras disminuir el número de partidos jugados la semana pasada, estuvo reñido con la chapa y que cometió más errores de los que acostumbra. Alexis Apraiz, muy sólido en la primera oportunidad que su empresa le ha dado en un verano complicado, sólo perdió una pelota, y la mitad de los seis tantos apuntados a Pablo Berasaluze llegaron desde el saque.
Con la victoria de ayer, Aimar Olaizola -tras dos finales perdidas- y Alexis Apraiz -en su primera participación- se apuntaron su primer torneo estival, con el que la lucha empresarial entre Aspe y Asegarce queda empatada a tres triunfos.
Las tablas se romperán en el torneo de San Mateos de Logroño, que será presentado hoy al mediodía en la capital riojana. Pese a su victoria de ayer, Alexis Apraiz ya sabe que no estará en el frontón de Logroño.
Pese a que tuvo fases reñido con la chapa, el delantero de Goizueta fue designado como el mejor pelotari del torneo.
El de Gernika cumplió con creces en la primera opción que le ha dado su empresa este verano, pero no estará en la feria de Logroño que se presenta hoy.