Santi Lorente Activista social
Gana Nafarroa, pierde España
No miremos a estas elecciones legislativas españolas desde la lejanía, porque nos estaremos equivocando, independientemente de quién vaya a gobernar la Moncloa, en Nafarroa y, por lo tanto, en el sur de Euskal Herria
La decisión de la militancia de Aralar de apostar por la suma de fuerzas abertzales, de izquierdas y progresistas para hacer país en Madrid, sin lugar a dudas, es una buena noticia
La derecha española en Nafarroa esta tomando muy buena nota de los pasos que la izquierda navarra está dando y por ello de cara al 20-N se van activar todos los mecanismos para impedir la victoria de la unión de las fuerzas progresistas navarras.
El Partido español de Rubalcaba, autodenominado PSN, está absolutamente hundido, llevando a sus militantes y votantes a la deriva, a la desesperación, y su único sustento esta en mantener poltronas, cargos y prebendas aun a costa de gobernar con la derecha más rancia y obsoleta, representada por UPN.
Izquierda Unida y Batzarre pueden seguir hablando de la unidad de la «izquierda» teniendo en el horizonte el giro a la izquierda del PSN, pero la realidad navarra es otra.
Aquí lo que duele, y ya lo han dicho Barcina y Cervera, es Bildu.
Bildu debe tener una amplia mano izquierda para seguir haciendo amigos y amigas, sumando fuerzas para avanzar en la defensa de los intereses de las capas populares y sectores más desfavorecidos de la sociedad navarra.
Según Julio Pomes, presidente del Think Thank Civismo, la posible victoria de Bildu en Nafarroa pone en peligro la economía navarra y por ello hace un llamamiento a Sanz y a Cervera a templar gaitas y a cerrar filas entorno a Barcina, partiendo, al parecer, de que la crisis capitalista internacional, el endeudamiento del Estado español y los niveles de desempleo son culpa de ETA.
Nadie puede saber a día de hoy cuáles van a ser los resultados de las elecciones del 20-N, porque todavía queda camino que recorrer, pero si algo podemos decir a vista de los movimientos que se están sucediendo, es qué Nafarroa gana y España pierde.
Y cuando digo Nafarroa gana y España pierde, lo digo siendo consciente de que la unidad de la derecha española, UPN-PP, podría ser la fuerza política más votada.
Pero en Nafarroa se están activando sinergias, acumulación de fuerzas y predisposiciones colectivas e individuales que hace años, incluso meses, parecían distantes.
Todo el protagonismo para el pueblo trabajador navarro, y que nadie quiera arrogarse medallas ni méritos que no le corresponden, ya que la historia, a pesar de lo que ha llovido desde 1512, no ha hecho más que empezar y hay que seguir trabajando día a día.
A pesar de que la derecha española vaya unida a las urnas , en las elecciones del 20 de noviembre siguen abiertas todas las posibilidades de victoria para la unión de fuerzas progresistas, abertzales y de izquierdas en Nafarroa, y deben estar asimismo abiertas todas las puertas para que se puedan sumar a este momento histórico aquellos y aquellas que a día de hoy no se sienten representados políticamente, pero que creen que es posible construir otra Nafarroa, otro país, y además a defenderlo con la voz y la palabra allí donde sea necesario.
Nafarroa está ante uno de esos momentos históricos y trascendentales, y el próximo 20 de noviembra es mucho lo que nos jugamos. No nos jugamos uno o dos diputados o diputadas, un senador o tres senadoras, nos jugamos un país en marcha o un país parado.
No miremos a estas elecciones legislativas españolas desde la lejanía, porque nos estaremos equivocando, independientemente de quién vaya a gobernar la Moncloa, en Nafarroa y, por lo tanto, en el sur de Euskal Herria. El día 20 tenemos que ganar a España, y por ello hay que jugar muy bien.