El fiscal del Tribunal de Baiona requirió anteayer una condena de seis meses de cárcel firme para el joven Gilen Goiti, acusado de haber agredido a varios policías en las fiestas de Baiona.

Los incidentes se produjeron el 31 de julio, cuando participaba en una protesta contra la tortura al paso de la comitiva de autoridades en la que se encontraban varios ediles de UPN de Iruñea, ciudad con la que está hermanada la capital labortana. En el transcurso de la protesta se produjo un forcejeo entre varios participantes y un grupo de personas ataviadas con la típica ropa blanca y roja, pero que resultaron ser policías. Gilen Goiti y otro joven menor de edad fueron detenidos.

No identificados

Precisamente, la no identificación como policías fue el principal argumento expuestos por el angeluarra, que aseguró no haber sabido que se trataba de agentes hasta que le esposaron.

Uno de los dos testigos presentados por la defensa de Goiti declaró que creyó que se trataba de una disputa entre gente afín a la extrema derecha y abertzales. La otra testigo, una turista, manifestó que pensó que se trataba de incidentes relacionados con una protesta anti-católica.

Ambos testigos afirmaron que no podía saberse que se trataba de policías, lo que el abogado de los agentes rebatió asegurando que Goiti sí era conocedor de ese extremo. Así las cosas, solicitó una indemnización de 500 euros para cada uno de los tres policías, que necesitaron varios días de baja. La sentencia se conocerá el 27 de setiembre.