Tras el agitado verano para los presidentes de BBK, Kutxa y Vital, atareados en su labor de transformar lo antes posible las cajas en un banco, es decir, fusionarlas en una entidad que enterrará la razón de ser de las mismas, el próximo lunes se reunirá la Mesa Laboral y en ella se tratará sobre las condiciones laborales de alrededor de 6.000 trabajadores. Ante dicha reunión, el sindicato ELA ayer anunció que, antes de cualquier acuerdo sobre las cajas, pedirá a los demás sindicatos y a los representantes de las direcciones de las cajas que se lleve a cabo una consulta a los empleados para establecer el ámbito territorial de negociación del convenio. LAB, ASPEM y la propia ELA reclaman el marco vasco de negociación, algo que no es una reivindicación nueva y que, en cualquier caso, debería ser decidido por los trabajadores. Por tanto, se trata de una petición, además de razonable, recomendable. En cuanto al procedimiento, la consulta, contrasta con la actitud de los presidentes de las tres cajas, a la espera de la decisión final de las asambleas, que han tomado decisiones más que dudosas sobre unas entidades que no les pertenecen. La importante reunión del lunes puede despejar alguna incógnita sobre las condiciones laborales de los trabajadores de las cajas, si bien hasta el momento las direcciones no se han comprometido con ninguna petición de las centrales sindicales.