Martxelo Díaz Periodista
Ya está aquí la tía Yolanda con la rebaja
Yolanda Barcina ha llegado al Gobierno navarro con las tijeras afiladas, dispuesta a recortar todo lo recortable y seguir dándole sin parar. La no contratación de los profesores necesarios para impartir clases con la calidad mínima exigible en la enseñanza pública ya mostraba que íbamos a tener un otoño caliente. A la nueva presidenta le da igual que todos los sindicatos, todos, protesten y digan por activa y por pasiva que con este recorte de personal no se puede garantizar la calidad del sistema educativa. Se recorta y punto.
Al día siguiente de la asamblea en la que los trabajadores de la enseñanza anunciaban medidas de protestas en los centros, aparece el vicepresidente Álvaro Miranda con una nueva vuelta de tuerca a los maltrechos derechos sociales, con un anuncio de que reducirá en 327 millones de euros el presupuesto de este año. De lo que queda de este año. Setiembre, octubre, noviembre y diciembre. Tampoco se puede decir que sea una sorpresa, ya que UPN fue la única formación que apoyó la reforma constitucional para establecer estos recortes. Y el PSN está para hacer lo que le digan en Ferraz o desde la sede de UPN en la plaza Príncipe de Viana. Si acaso, pueden pescar en río revuelto y quedarse con la Presidencia de la Mancomunidad de Iruñerria, que decir que el reciclaje es bueno está de moda, aunque la recogida neumática de Alde Zaharra se atasque.
Ya no sorprende a nadie saber de dónde saldrá el dinero para esos recortes, aunque Miranda no lo haya dicho todavía. Evidentemente, no será de infraestructuras faraónicas como el TAV, que para algo ya han empezado a firmar las primeras actas de expropiaciones en Cadreita. Aunque realmente no se sepa qué indeminizaciones se pagarán. Si se hunde el mundo que se hunda, Navarra siempre p'alante. No tendremos educación, ni sanidad, ni servicios sociales, pero tendremos un tren que va a todo meter aunque no sirva a los intereses de la ciudadanía navarra. Seremos pobres, analfabetos, enfermos y desasistidos, pero los que puedan pagarse el billete llegarán a Madrid en un santiamén.