ELA reclama una consulta sobre el marco de negociación de las cajas
Los representantes de ELA en BBK, Kutxa y Vital pedirán a los demás sindicatos y a los responsables de las tres cajas el próximo lunes, en el transcurso de la quinta reunión de la Mesa Laboral, que se realice una consulta entre los empleados para que sean éstos quienes decidan el ámbito territorial de negociación del convenio. Será una cita decisiva, cuatro días antes de que las asambleas de BBK y Vital respalden la conversión de las cajas en un banco.Juanjo BASTERRA |
ELA indicó ayer que pedirá al resto de centrales sindicales y representantes de los trabajadores en BBK, Kutxa y Vital que, «previamente a cualquier acuerdo», se posibilite «una consulta» entre los empleados de las entidades «para que establezcan el ámbito territorial de negociación del convenio».
El anuncio realizado por la central sindical liderada por Adolfo Muñoz, Txiki, se produce cinco días antes de que el próximo lunes se reúna en Bilbo la Mesa Laboral, en la que se tratarán de fijar las condiciones laborales para el futuro de los casi 6.000 trabajadores de las tres cajas vascas.
Será el quinto encuentro y tiene un carácter esencial, puesto que el viernes 16 las asambleas generales de BBK y Vital se reunirán para decidir la transformación de las cajas en un banco. Una semana después, el 23, lo hará la asamblea de Kutxa.
Un acuerdo con la Federación Comfia CCOO supondría mantener el ámbito de negociación a nivel estatal, mientras que ELA, LAB y ASPEM apoyan la existencia de un convenio a nivel de las oficinas de Euskal Herria, al que se podrían sumar los trabajadores que se encuentran en las sucursales del Estado español.
Compromiso directo
Las secciones sindicales de ELA en BBK, Kutxa y Vital anunciaron, por medio de una comunicado, que «pedirán tanto a los representantes de las direcciones de las cajas, como al resto de representantes de las organizaciones sindicales, su compromiso de apoyar una consulta, vía referéndum, a los trabajadores de estas entidades que prestan sus servicios en los territorios históricos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa para establecer el ámbito del convenio».
Reconocen que la demanda del ámbito vasco «no es nueva» y, de hecho, ya fue planteada hace unas semanas en BBK, donde se recogieron alrededor de 1.200 firmas de apoyo al marco vasco de relaciones laborales entre el personal de la caja vizcaina. Fueron más apoyos que votos lograron esas centrales sindicales, aunque hasta la fecha no ha tenido respaldo por parte de las direcciones de las cajas.
ELA además considera que «la negación sistemática por parte de las direcciones de las cajas de un ámbito con apoyo mayoritario entre el personal de las mismas tiene un único objetivo, degradar y rebajar las condiciones de trabajo».
En este contexto, la central abertzale denuncia que los convenios colectivos que se tienen que negociar en las tres cajas «están suspendidos sine die a la espera de la evolución de los acontecimientos. Entretanto, los trabajadores no perciben actualización alguna en sus nóminas y las reivindicaciones objeto de negociación están paralizadas».
En la próxima reunión, este sindicato planteará también que «el acuerdo laboral que salga de los encuentros entre las partes debe garantizar los puestos de trabajo directos e indirectos», así como «la necesidad de homogeneizar las condiciones laborales de todos los empleados, tal como propusimos en el documento presentado en la primera reunión de dicha Mesa Laboral».
ELA insistió ayer en que sigue pensando que «la conversión de las cajas en un banco supone un grave error». A juicio de esta central sindical, el paso que han acordado entre los presidentes de las tres cajas y los consejos de administración de las mismas por mayoría «supone la liquidación del único instrumento financiero existente bajo control público» y, por otro lado, es «un paso decisivo para eliminar los objetivos sociales y públicos, la razón de ser para la cual fueron creadas las cajas de ahorros, que nacieron como entidades sin ánimo de lucro para el desarrollo social del país y como instrumentos de solidaridad con las clases más desfavorecidas».
En este sentido, la central que dirige Txiki Muñoz apuesta por una caja vasca «con un modelo de gestión transparente y público», pero que «no pueda supeditarse a intereses partidarios ni condicionarse a la satisfacción de demandas de poder, como ha pasado en los otros intentos de fusión».
El encuentro del próximo lunes es fundamental. Hasta este momento, en los cuatro anteriores no se ha producido acercamiento alguno entre las partes, entre otras razones porque las direcciones de las cajas presentes en la negociación no se comprometieron a garantizar el empleo en condiciones homogéneas para todos y que no hubiese bajas traumáticas, además de que en ningún momento aceptaron el marco vasco de negociación. ELA considera que se debe reconsiderar esa postura. J. B.