La ciudad de Homs es el principal escenario de una operación sangrienta de las fuerzas de seguridad sirias, en la que ayer resultaron muertas al menos 20 personas en todo el país, de acuerdo con activistas de oposición.

Diecisiete personas murieron por disparos durante una incursión de varios tanques y transportes de tropas en Homs, donde la represión se ha intensificado en los últimos días, según los Comités Locales de Coordinación, que también informaron de decenas de heridos. En la noche del miércoles, unas 2.000 personas volvieron a manifestarse por la ciudad, divididos entre pro y antirégimen. También murieron una persona en Hama y dos más en Sermin, en la región de Idleb, en una redada de las fuerzas de seguridad, de acuerdo con el mismo grupo.

Para encontrar una solución a la crisis, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, visitará Siria el sábado. Supresencia, prevista inicialmente para ayer, tiene como objetivo presentar al presidente sirio un plan para el cese inmediato de la represión del movimiento de protesta, la celebración de elecciones presidenciales en 2014, y el inicio de «contactos serios con los representantes de la oposición».