Ipurua llevaba cinco años sin albergar un partido de Copa y la verdad es que difícilmente pudo tener un reencuentro más plácido con la competición, ya que los de Manix Mandiola no pasaron ningún tipo de apuro para pasar la eliminatoria ante el Lanzarote, equipo de la tercera división.

Con un equipo con muchos cambios con respecto al que viene jugando en Liga y con la gran novedad de Añibarro, que ha cumplido la sanción por los incidentes de la promoción del año pasado, los azulgranas impusieron su superioridad y para el descanso ya tenían el pase prácticamente conseguido gracias a los goles de Iñigo Ros, tras aprovechar un barullo en un corner, y de Altuna, de remate en plancha.

La mayor capacidad física se hizo todavía más evidente en la reanudación y Altuna, que repitió de cabeza, y Tornero, de vaselina, cerraron la goleada eibartarra.