La tele confesional, con denominación de origen, está representada por el canal de la TDT 13TV, que, como se puede comprender tiene a los tertulianos más carcas de toda la pléyade de cavernícolas. Pero al ser de adscripción religiosa, uno esperaría un poco de moderación, al menos en cuanto al octavo mandamiento: no dirás falso testimonio ni mentirás. Pues no es así, se han convertido en los mentirosos compulsivos, los que están aterrorizando todavía con los clásicos asuntos de los mensajes del ala más dura de la extrema derecha.

Una de las figuras de esta cadena en sus tertulias de mentiras políticas es la paranoica Gotzone Mora, que en la tarde del martes y como es la más beligerante con cualquier noción de resolución del conflicto vasco, pues se le acabaría el chollo del que ha vivido hasta ahora, clama venganza, intervenciones de los poderes fácticos y como suelta las barbaridades más salvajes, es fija, encadena intervenciones en los diferentes tramos de la ideologización de los conceptos mínimos de eso que ellos llaman democracia. Es decir, sale de una tertulia, y vuelve al rato a la siguiente. Le cambian de vestuario. Es fantástico, es una suerte de Belén Esteban del pensamiento reaccionario profundo. No dice ni una media verdad, todo son apreciaciones subjetivas cargadas de resentimiento y sin un ápice de espíritu cristiano de conmiseración, perdón o simplemente aceptación de la realidad existente. Su trabajo de intoxicación ideológica es parte del pago en especies de sus suculentos sueldos en cargos inexistentes en gobiernos fantasmas.

En esta cadena nos encontramos con un programa dedicado a la cocina que se llama «Bendito paladar», y vemos entre cacharros a dos monjas, sor Beatriz y sor Liliana, una pareja muy bien elegida tanto por edad, estatura y carácter. Un dúo que se estorban en ocasiones, pero que cuando no saben qué decir hablan de su dios y eso ayuda a que las croquetas queden más doraditas. Santa Teresa de Jesús ya encontraba a dios en los fogones, y ahora nos lo convierten en un complemento del dios pagano de la televisión. Sin más. Cocina tradicional, a veces explicada de manera cuartelera, pero bendecida. Una curiosidad.