El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, reiteró que uno de los objetivos prioritarios de la Diputación será «lograr la paz y la normalización política para construir una situación en la que se dé el respeto a todos los derechos».

La participación ciudadana, el impulso y la recuperación del euskara y la igualdad serán otros de los ejes de esta legislatura.

Garitano compareció ayer en la Comisión de Reglamento, Instituciones y Gobierno de las Juntas Generales, a petición de Aralar y del PNV, junto a los directores de Euskara, Zigor Etxeburua; Igualdad, Laura Gómez; Derechos Humanos y Memoria Histórica, Marina Bidasoro; Participación Ciudadana, Arantza Ruiz de Larrinaga; y Migración, Markos Nanclares.

En su intervención, Garitano destacó que el Gobierno foral de Bildu «tiene mucho trabajo para hacer en el nuevo ciclo que ha empezado para abordar lo que pide la sociedad guipuzcoana» y mostró su compromiso para «intentar lograr la desaparición de cualquier tipo de violencia, amenaza, presión, persecución, detención o tortura».

A su juicio, es necesario «un diálogo que permita superar la distancia y la desconfianza entre diferentes como único y eficaz medio».

En esa línea, el Departamento de Derechos Humanos y Memoria Histórica apostará por la puesta en marcha de espacios de diálogo para mejorar la convivencia, así como por el reconocimiento y reparación de todas las víctimas y por la creación de un observatorio de derechos humanos. Además, abogará por dar más protagonismo a las víctimas del franquismo, con cuyas asociaciones elaborará un plan estratégico.

El billete único, la lucha contra el fraude fiscal, la regeneración de la bahía de Pasaia y la mejora del puerto actual, la apuesta por el reciclaje y la reducción de residuos y las políticas de igualdad son otros de los ejes de esta legislatura, en las que el euskara será una de las prioridades para lograr su normalización total.

Markel Olano (PNV) calificó de «generalidades» las propuestas del equipo de Garitano y advirtió del riesgo de «caer en la improvisación». Rafaela Romero (PSE) dijo que «Bildu ha empezado mal en el ámbito de los derechos humanos» y Juan Carlos Cano (PP) valoró positivamente las medidas sobre memoria histórica «si no nos anestesian del terrorismo».

Rebeka Ubera (Aralar) lamentó que «no haya dejado claras las medidas concretas».