Al menos 26 personas murieron y 63 resultaron heridas ayer por un kamikaze que detonó los explosivos que llevaba en el funeral de un líder tribal que creó una milicia para luchar contra los talibanes aliados de Al-Qaeda en Pakistán, informó la Policía.

El atentado ocurrió sobre las 14.00 (11.00, hora de Euskal Herria) en la ciudad de Jandol, en el distrito de Bajo Dir, fronterizo con Afganistán. de donde el Ejército expulsó a los talibanes en 2009, durante una operación militar en el valle de Río Swat y sus aledaños.

«El atacante llegó a pie desde un campo de maíz en el que se escondía y detonó su bomba en medio de la multitud cuando comenzaba el funeral», en el que participaban unas cien personas, señaló a AFP Salim Khan Marwat, un oficial de Policía.

Según la cadena privada de televisión Geo TV, el atentado fue reivindicado por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), el principal grupo que juró lealtad a Al-Qaeda. Los ataques de los talibanes contra las milicias tribales que les combaten junto a las fuerzas de seguridad en el noroeste del país son cada vez más habituales.

El martes mataron a cuatro niños al ametrallar un autobús escolar que transportaba a los hijos de los integrantes de una milicia de Mattani. El Movimiento de los Talibanes de Pakistán reivindicó la acción de inmediato.

Su objetivo, según señaló a AFP su portavoz, Ehsanullah Ehsan, era «castigar a la tribu de los Kalakhel, que ha creado una milicia contra nosotros». «Los Kakakhel habían sido avisados, pero no quisieron disolver su milicia. Advertimos a todas las otras (tribus) que van a sufrir el mismo destino por haberse atrevido a oponerse a los talibanes bajo las órdenes de Estados Unidos», amenazó.

Muere un jefe de Al-Qaeda

Un responsable estadounidense, que pidió no ser identificado, informó ayer de la muerte esta semana en Pakistán del jefe de operaciones de Al-Qaeda allí, Abu Hafs al-Shahri, y consideró que con su muerte desaparecía una «amenaza significativa» que pesaba sobre el país.

El funcionario afirmó que Al-Shari fue asesinado a principios de semana en Waziristán, zona tribal del noroeste, sin dar más detalles sobre las circunstancias de su muerte. Pero funcionarios de seguridad paquistaníes anunciaron el domingo la muerte de al menos cuatro insurgentes por disparos de un avión no tripulado de EEUU en Waziristán.