Empleo, fiscalidad y riqueza centran el debate de las primarias del PS
GARA |
François Hollande denunció la «riqueza insolente» y Martine Aubry abogó por la abolición de los paraísos fiscales durante el debate televisado que enfrentó ayer a los seis candidatos de las primarias del PS francés para elegir quién se enfrentará a Nicolas Sarkozy para optar a la presidencia del país.
François Hollande, favorito en los últimos sondeos; Martine Aubry, primera secretaria del PS y la ex candidata presidencial Ségolène Royal, junto a Manuel Valls, Arnaud Montebourg y Jean-Michel Baylet, que conforman a priori la tríada con menos posibilidades, hablaron, sobre todo, de la situación financiera y bancaria, el poder adquisitivo de los ciudadanos, el desempleo y la necesidad de emprender un «crecimiento verde».
Hollande admitió que «puede precipitarme» hace cinco años cuando dijo en televisión: «No me gustan los ricos». «Lo que quiero decir es que no me gusta la riqueza insolente, las remuneraciones indecentes, el egoísmo», matizó. Defendió su plan para crear 60.000 puestos docentes, que «será financiado por el ahorro».
Martine Aubry dijo tener entre sus prioridades «el empleo y el poder adquisitivo, la educación y la seguridad», y explicó que la mitad de la reforma fiscal a la que aspira irá dirigida a la reducción del déficit, y la otra a la financiación de tales prioridades. Asumió la idea contenida en el programa del PS de crear 300.000 «empleos del futuro» para los jóvenes, entre ellos 100.000 en el primer año de la presidencia.
Ségolène Royal prometió una reforma tributaria para «cargar a los más ricos» y luchar contra el fraude.
Avanzó su intención de convertir al Estado francés en «la primera potencia ecológica de Europa», aunque fue Aubry la más clara en propugnar el abandono de la energía nuclear, mientras Hollande se quedó en plantear que el nivel de producción de energía nuclear «pase del 75% al 50%».