El edil del PSE de Berango, Joseba Marcaida, cuya vivienda fue atacada en 2005 con cócteles molotov y que en 2007 fue objeto de otro ataque frustrado, explicó ayer en el juicio contra once jóvenes de Uribe Kosta que sufría amenazas, aunque no fue capaz de identificar a ninguno de ellos. Tampoco identificó a nadie el conductor de un autobús que fue apedreado por encapuchados en Getxo en enero de 2007. El instructor de las diligencias por el sabotaje de una catenaria del metro, en octubre de 2007, indicó que en la grabación de las cámaras de seguridad «no se observa ni el momento ni a las personas» responsables de la avería. Un policía que realizó la inspección ocular tras un ataque a un batzoki de Getxo declaró que encontraron un artefacto incendiario en el baño de caballeros. Otro policía declaró que el origen de la investigación son los papeles de Ibon Fernández Iradi. La Fiscalía pide entre siete y trece años de prisión para once jóvenes. Ayer, se celebró una asamblea en Algorta con 170 personas y el viernes tendrá lugar una manifestación.