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59 EDICIÓN DE ZINEMALDIA

«Si te dejas llevar por la pasión, por una real, ésta tiene que ser extrema»

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Terence Davies

Director de «The Deep Blue Sea»

Terence Davies nació en Liverpool (1945) en una familia trabajadora.  Educado en el catolicismo pero ateo confeso, su mirada ha sabido captar siempre con una elegancia extrema todo aquello vinculado a las emociones humanas, a las pequeñas historias que forman parte de su biografía. Algo que ha sabido hacer con delicadeza y maestría en “The Deep Blue Sea”, una de las películas preferidas por la crítica y que aparecían en todas las quinielas. Pero no pudo ser.

Iratxe FRESNEDA | DONOSTIA

«The Deep Blue Sea», que competía en la Sección Oficial, habla de una historia de amor entre una mujer casada con un juez (Rachel Weisz) y un piloto del RAF (Tom Hiddleston). Pero, al margen del argumento de la cinta, aparentemente tratado en infinidad de películas, Terence Davies juega con el modo de contar la historia. Su visión de la pasión y del impacto emocional que sufren los personajes, sumado al tratamiento del argumento es lo que la hace interesante. Davies construye una complicidad extraordinaria entre los personajes y el espectador, al que involucra en las palabras y los silencios, en las luces y en las sombras que nos llevan de viaje por la intimidad desnuda de los personajes.

Nada queda al azar en las películas del autor de «Of Time and the City», cada encuadre, cada movimiento de cámara, la música... Su interés por indagar en la idea de la influencia de los recuerdos en nuestra vida diaria le ha llevado a realizar cintas tan celebradas como «Distant Voices Still lives» o «The house of mirth». Davies creció viendo películas como «Cantando bajo la lluvia», y ese cine, el de los cincuenta, con el que fue educada su mirada, llega transformado por su ojos hasta su poética visual, hasta sus películas. Durante el Zinemaldia tuvimos la oportunidad de conocer más de cerca al de Liverpool y comprobar que, a pesar de su timidez, es capaz de ironizar ante las dificultades que plantea la vida. Es atento, habla suave y bajito y, como no podía ser de otro modo, hace uso el fino humor inglés.

Esta historia está basada en la obra teatral de Terence Rattingan y que usted ha guionizado para hacerla suya en la gran pantalla... ¿Fue difícil crear el ambiente preciso, el de aquella época? ?

En la obra aparecen detalladamente cómo fue la vida cuando la obra fue escrita, en 1952. Se dan detalles del contexto de la historia que son importantes: de cómo era la vida, de cómo se vivía el amor... En aquella época las relaciones entre hombres y mujeres no se entendían como en la actualidad. Esta mujer, que pertenece a un universo culto, encuentra el sexo y a ese joven hombre que cambia su vida completamente de un modo poderoso. En aquella época, la agente no hablaba de sexo como lo hace hoy en día, no era así, las relaciones entre hombres y mujeres eran muy muy naif.

Es el retrato de la tragedia de una mujer que encuentra el amor de un modo nada conveniente para los tiempos en los que vive.

Pero si te dejas llevar por la pasión, una real, tiene que ser extrema. Y esta historia, en la que ella decide mudarse a vivir con el hombre por el que se apasiona, sin nada, ni un baño, sin dinero para pagar el alquiler, sin seguridad... es muy brutal. Esta es una historia acerca de la verdadera naturaleza del amor, no es un menage à trois, es sobre la tragedia que implica perder a tu amor. Al final, el verdadero amor es tomar la decisión de decirle a la persona que más amas en el mundo que si está mejor sin ti has de abandonarla.

¿Qué le motivó a contar esta historia? ¿Hay también mucho de usted en esta historia de amor?

Hace diez años viví una historia similar, me marcó. El buscar el limite, tratar de encontrarlo es interesante y en esta historia también buscaba eso.

Usted tiene un estilo muy preciosista, trabaja al máximo todos los detalles de sus películas. Aquí el tratamiento de la luz llama la atención... ¿Le obsesiona encontrar la perfección? ¿Cómo organiza su trabajo?

En primer lugar, lo que hago es discutir la película y después maduro el texto. Las sombras me interesaban, formaban parte de la historia. Hay imagen es maravillosas y el tono de la película también está muy pensado, porque quería que la cinta tuviera un ambiente oscuro en algunos momentos, pero que adquiriese luz en otros. La luz forma parte también del estado emocional de los personajes. Y también quería hacer uso de la luz característica del otoño. En la época en la que se sitúa la película había mucha oscuridad. Buscaba en los recuerdos de aquella época, en la que había oscuridad incluso en los muebles. Quería que fuera así, y esto funciona en la película.

Hay muchas diferencias entre la industria británica y la de Hollywood y eso afectará a sus películas, a la hora de poder producirlas y distribuirlas.

Hay muchas diferencias entre ambas industrias, en el modo y los temas que se escogen para producir, en la exhibición, en el dinero... Cada vez en más difícil realizar una película que no sea comercial.

Hablando de producción, ¿qué puede decirnos de ese nuevo proyecto que le ronda a cerca de la interesante y trágica historia de la poetisa norteamericana Emily Dickinson? ¿Va a llevarla al cine?

Eso es lo que yo desearía. Estoy tratando de obtener financiación, pero es un asunto nada fácil. Sería una producción americana, aunque acudir al mercado norteamericano en busca de financiación para algunos proyectos resulta realmente complicado. Si preguntas a cierto tipo de productores si se han leído el libro de una obra que deseas llevar a cabo, la respuesta es... «No» (risas). Imagina que pretendes llevar a cabo «El rey Lear», de William Shakespeare. Preguntarían: «¿Quién es King Lear?»... (Carcajadas).

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