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Kukutza agradece el apoyo vecinal y recaba datos de detenidos y heridos

Errekalde volvió anoche a llenarse de personas solidarias con Kukutza e indignadas con su desalojo violento y fulminante derribo (ayer la demolición avanzó a gran ritmo). El objetivo de la concentración era en este caso agradecer el apoyo dado por el vecindario. Mientras tanto, los ecos del conflicto están lejos de apagarse. No sólo el consejero de Interior prepara una comparecencia, también Kukutza recopila testimonios de detenidos y heridos.

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GARA | BILBO

Las máquinas trabajaban ayer a todo ritmo para derribar el edificio que ocupaba el gaztetxe Kukutza, pero el ruido desatado por la operación para acabar con el proyecto está muy lejos de apagarse.

Así, a última hora de la tarde de ayer había aún dos escenarios muy vivos. Por un lado, el barrio de Errekalde, donde se celebró una nueva concentración silenciosa que reunió a centenares de personas con un objetivo fundamental: dar las gracias al vecindario por el apoyo mostrado a Kukutza y por su implicación frente a la ocupación policial de estos días.

Mientras tanto, durante casi toda la jornada siguieron en los calabozos las 31 personas detenidas durante la tensa jornada del viernes, en que la jueza autorizó el derribo y las máquinas entraron rápidamente al lugar, con obreros trabajando encapuchados y ertzainas cargando con saña. Los incidentes se extendieron al centro de Bilbo y se prolongaron hasta bien entrada la madrugada.

A última hora de la tarde empezaban a quedar en libertad los arrestados. En torno a las 21.30 habían salido a la calle diez de ellos desde la Audiencia de la capital vizcaina. Están imputadas por delitos de «desórdenes públicos» y «atentado contra la autoridad».

Por la mañana, el consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, compareció ante los medios para insistir en la criminalización de quienes se han enfrentado al derribo del gaztetxe. Utilizó argumentos como éste: «Los incidentes estaban planificados. Era una amalgama de gente muy relacionada con la kale borroka, militantes antisistema, personas con antecedentes policiales, e incluso alguno con denuncias por violencia de género».

Iñigo Urkullu, presidente del EBB, también trató de sacar partido político al afirmar que cree que el objetivo de las protestas «era el PNV».

Según los datos del Ayuntamiento de Bilbo, en los altercados producidos en la tarde y la noche se quemaron cinco vehículos y hubo alrededor de 650 contenedores volcados.

Buscan testimonios

Ares anunció su intención de comparecer con urgencia en el Parlamento de Gasteiz para explicar la actuación de la Ertzaintza, que ha provocado innumerables quejas vecinales e incluso una apertura de diligencias por parte del Ararteko.

Sin embargo, no es el único que se prepara para hacer balance. Los miembros de Kukutza también han hecho un llamamiento a «documentar la cacería policial». Solicitan las fotos, testimonios y vídeos de las cargas que han dejado un número muy difícil de medir de heridos y contusionados, junto a las decenas de arrestos. Buscan documentar hechos tan significativos como la entrada policial en el ambulatorio de Errekalde.

APOYO EXTENDIDO

El proyecto de Kukutza recibió numerosos apoyos ayer tanto en la manifestación contra los juicios políticos que partió de La Casilla como en el Athletic-Villarreal de San Mamés, lo que confirma el impacto social que ha tenido esta operación.

PP, PSE y PNV, contra las protestas; Bildu, con Kukutza

El Ayuntamiento de Bilbo se ha partido en dos bandos claros en este conflicto. La Junta de Portavoces aprobó ayer, en sesión extraordinaria, con los votos a favor de PNV, PSE y PP, una declaración de «condena y rechazo» ante los incidentes desatados por el derribo. Bildu no quiso firmar la declaración al entender que «no se hace alusión a la responsabilidad de la alcaldía en la gestión del tema» y pidió la dimisión de Iñaki Azkuna por ello.

Según informó el propio alcalde, en la declaración -firmada por los concejales Ibon Areso (PNV), Cristina Ruiz (PP), Alfonso Gil (PSE) e Iñaki Azkuna- se solicita asimismo al colectivo Kukutza que «se desmarque y condene todos los actos de violencia que se están produciendo en Bilbao». En la línea marcada por el consejero Ares, se asegura que se produjeron «de una forma indiscriminada y organizada». El Ayuntamiento dice solidarizarse con los vecinos de Errekalde, pero no hace alusión alguna a heridos y detenidos.

Bildu respondió. Txema Azkuenaga calificó el viernes de «día de la vergüenza» e interpeló a Azkuna por haber creado esta ola de indignación. Aitziber Ibaibarriaga añadió que «han primado los intereses privados de unos señores mezclados en turbios asuntos urbanísticos frente al interés general de un barrio al que no han querido escuchar y al que han querido humillar». GARA

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