Euskal Herriko Ikastolak aboga por revisar consensos y critica el recorte de ayudas
En la inauguración del nuevo curso escolar, Koldo Tellitu, presidente de Euskal Herriko Ikastolak, abogó ayer en Tolosa por diseñar un pacto escolar. Para ello es necesario revisar «democráticamente» los consensos.GARA | TOLOSA
«Estamos en tiempos de grandes retos», afirmó ayer Koldo Tellitu, presidente de Euskal Herriko Ikastolak - que este año contará con 103 centros y 40.000 alumnos-, durante la presentación del nuevo curso escolar que se celebró en el teatro Leidor de Tolosa. «Curriculum, plurilingüismo, mejora de los resultados escolares, adecuación de la escuela a la sociedad de hoy, nuevas tecnologías, inmigración, inversiones, nuevo modelo de convivencia» son sólo algunos de los aspectos que, a su juicio, se deben de tener muy en cuenta.
Asistieron también el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, y la consejera de Educación de Lakua, Isabel Celaá, quien opinó que «la educación (...) debe promover la modernización tecnológica y lingüística, el impulso a la ciencia y la investigación y, en definitiva, la mejora de la preparación de nuestros jóvenes».
Para el presidente de la asociación, resulta primordial «revisar, actualizar y reforzar democrática y profundamente consensos básicos, entre los diferentes agentes educativos, en el conjunto de nuestra sociedad» y para lograr todos esos retos no sirve hacerlo por partes, sino que hay que buscarlo a través de un «tratamiento integral (...), con la mejora de las competencias educativas y de los resultados académicos del alumnado como eje central».
Con todo ello, abogó por diseñar un pacto escolar entre los agentes que conforman el conjunto de la comunidad escolar y criticó que «llevamos años predicando solos en el desierto». Así, recordando que «los cambios en educación requieren de muchos años», instó a ponerse manos a la obra cuanto antes, apelando a «que tome nota quien corresponda».
Recortes y euskara
Puso el acento en la crisis económica y en los recortes, dos realidades que hace que «estemos alarmados». En este contexto sacó a relucir el descenso de las ayudas de Lakua, que se ha traducido en cuatro millones de euros menos en dos años.
Celaá pidió ser conscientes de la «gravedad» de la crisis, y solicitó «eficiencia para salvar la educación de los efectos más desgarradores de la crisis, aun con los recursos disponibles».
Tellitu no pasó por alto las dificultades que atraviesa Nafarroa Garaia, recodando que tres ikastolas de este territorio podrían encontrarse en la necesidad de cerrar el próximo año, y otros tantos en poco años «por falta de financiación pública». «Las ikastolas que no están ubicadas en la zona euskaldun o en la mixta, en general se hallan en situación de vida o muerte. Y esta no es una metáfora, sino pura descripción», dijo.
Lo mismo ocurre en Ipar Euskal Herria, «donde en innumerables zonas el euskara está en vías de extinción, y al mismo tiempo las ikastolas están más fuertes que nunca», dijo aludiendo al trabajo de Seaska. Con todo ello, apeló a la «aportación personal, social e institucional».
«Es euskara fue el reto de las ikastolas en el siglo XX; el currículo vasco es el reto del XXI», dijo Koldo Tellitu, quien pidió a las instituciones que introduzcan el mensaje en cada ikastola.
«Envidiamos el orgullo con el que proclaman los catalanes el acierto del modelo de inmersión lingüística en su lengua nacional. ¡Cuantas veces no habremos dicho lo mismos desde las ikastolas!», confesó.