ADEMAR LEÓN 31

ANAITASUNA 25

Anaitasuna entró enchufado al partido, atacó con pericia el 5:1 que le planteó Ademar con Bernatonis muy inspirado en sus penetraciones, y se escudó en las paradas de Schulz para lograr cinco goles de ventaja (2-7) cuando apenas se habían cumplido diez minutos de juego. Fue cuando el técnico local Isidoro Martínez mandó a parar.

Durante el tiempo muerto instruyó a sus jugadores y debieron salir con la lección bien aprendida, porque su defensa mejoró, Alamo empezó a parar, entró en acción su contrataque y como consecuencia Anaitasuna encajaba un parcial de 8-1 que ponía las cosas en su sitio.

La diferencia entre ambos equipos se traducía en cinco goles en el marcador al descanso, y el parón sirvió al Anaitasuna para recuperar el tono y ponerse a pelear en la reanudación. Ni los cinco goles de ventaja iniciales mostraban la diferencia entre ambos, ni el vendaval leonés posterior debía prolongarse.

Anaitasuna logró reducir la desventaja en los primeros minutos, y luego el partido entró en un intercambio de goles que a la larga beneficiaba al Ademar. En esa fase destacó el lateral internacional junior del equipo local Josu Goñi, de Barañain, que entró en la convocatoria por la baja de Antonio García, y aprovechó sus minutos respondiendo con buen juego y goles, convirtiéndose junto a los extremos Krivoschlykov y Stranovsky (ambos muy efectivos sobre todo al contrataque), y al pivote Baena (que aprovechó lo que le llegó), en uno de los máximos goleadores del Ademar.

Los leoneses lograron una renta de goles que supieron mantener para llegar a un final tranquilo, mientras Anaitasuna daba una buena imagen pero no conseguía culminar la sorpresa, como la primera jornada en Granollers. Sin embargo, este exigente inicio, en que ya se ha enfrentado a dos de los rivales más fuertes, sirve para confirmar que el equipo navarro puede luchar en la Liga Asobal.