Ibai Iriarte, Iñaki Agirrezabalaga, David Pina Alcalde de Tolosa, Alcalde de Zumaia, concejal de Gasteiz
Eudel, a debate
En este país existen dos modelos claramente diferenciados de desarrollar la labor política municipal: por un lado el impulsado por el PNV y el PSE (en muchos casos con la ayuda del PP) y por otro lado el que quiere desarrollar Bildu
La Asociación de Municipios Vascos (EUDEL) nació hace ya 30 años para incidir y profundizar en la autonomía municipal, para que los municipios tuvieran una única voz propia frente a otras instituciones y organismos, para ofrecer asesoramiento técnico y, por último, para impulsar las relaciones políticas con Europa.
Resulta evidente que, tras estos largos años, Eudel no ha respondido a esos objetivos, y más en concreto desde que el PNV y el PSE han dirigido esta entidad y se han esforzado por marcarle otros objetivos.
Los resultados de las últimas elecciones forales y municipales han dibujado un nuevo mapa político dando por finalizada la hegemonía que durante los últimos años ha ejercido especialmente el PNV. Con esto no queremos afirmar que se dé por concluida ni por finalizada la política municipal en curso construido durante todos estos años por estos dos partidos y de difícil modificación de un día para otro, pero sí que se han creado las condiciones para una verdadera transformación en este ámbito.
El proceso puesto en marcha en Euskal Herria está creando las condiciones para un nuevo escenario y en esa dirección el objetivo primordial de Bildu es incidir y profundizar en ese cambio político y social.
En este país existen dos modelos claramente diferenciados de desarrollar la labor política municipal: por un lado, el impulsado por el PNV y por el PSE (en muchos casos con la ayuda del PP) y, por otro lado, el que quiere llevar adelante Bildu. Y en ese sentido queremos denunciar que los partidos mencionados han utilizado Eudel como herramienta para desarrollar su política municipal, por encima de las necesidades de los municipios, imponiendo sus intereses partidistas y utilizando los recursos de los que dispone Eudel para beneficio de sus intereses particulares.
Nuestra postura no es la de criticar directamente a Eudel como organismo, ya que en principio podríamos considerar incluso la posibilidad de impul- sarlo si de verdad desarrollara y reforzara la autonomía de los municipios. Pero no ha sido ésta la labor ejercida por Eudel, más bien al contrario, ha sido el instrumento institucional utilizado por el PNV y el PSE para desarrollar los programas políticos de los partidos citados.
Estos partidos no creen ni han impulsado la autonomía municipal, y para demostrarlo qué mejor que utilizar unos ejemplos concretos y dirigir unas simples preguntas: ¿Cuántos años han tenido que transcurrir para que pongan encima de la mesa una propuesta de ley municipal? ¿Qué reflexiones y soluciones han propuesto al problema de la financiación de los ayuntamientos? ¿Cómo se impulsa la autonomía municipal sin dotarlos de recursos económicos? ¿Qué clase de dependencia han impulsado con respecto a las diputaciones? ¿Cuándo se van a resolver las dudas en torno al debate de las competencias? Las respuestas a estas cuestiones dejan en evidencia que los que han dirigido Eudel durante las últimas décadas no han realizado ni el más mínimo esfuerzo para impulsar la autonomía municipal, sino que, mientras tanto, han aplicado la política del avestruz.
Además, numerosas líneas de trabajo que desde Eudel debían suponer ayuda técnica y desarrollo para los municipios, han estado dirigidos al servicio de sus intereses partidistas. Podríamos citar numerosos ejemplos, pero el más evidente supone el acuerdo suscrito con el Departamento de Interior por el cual los agentes municipales se vieron obligados a implicarse en la persecución política y en la represión. ¿Ese es el modo y manera de ayudar a los municipios en su labor política? ¿Es esa es la manera que tienen de impulsar la autonomía municipal? ¿No es ésta la manera de ofrecer más competencias a los municipios en favor de intereses de partido y totalmente parciales?
Por último, pero no menos importante, en los estatutos de Eudel se recoge el término Euskal Herria. ¿Qué ha hecho Eudel para impulsarlo y reforzarlo? ¿Qué ha hecho Eudel en cuanto a la territorialidad? ¿Qué relaciones ha impulsado con los demás territorios de Euskal Herria? Todo ello nos demuestra el marcado déficit democratizo de esta institución, y que en este país existen dos maneras claramente diferenciadas de desarrollar la labor política municipal.
Por lo tanto, desde Bildu reclamamos una profunda reflexión por parte de todos los agentes políticos en torno a esta institución que, a día de hoy, no representa ni mucho menos a la realidad político-institucional surgida tras las elecciones forales y municipales de mayo.
Mientras no se dé ese debate a fondo, desde Bildu queremos dejar bien claro que no vamos a participar ni en los órganos de dirección ni en ninguna votación que sobre diferentes áreas o aspectos se propongan dentro de dicha institución.