Visto desde fuera, el Mallorca es, hoy por hoy, una especie de camarote de los hermanos Marx, con gente entrando y saliendo constantemente del club dentro de un absoluto caos. El último capítulo de la guerra interina que lleva años establecida en la entidad balear se vivió ayer, con el acuerdo para la rescisión de Michael Laudrup -percibirá 350.000 euros- tras la polémica del entrenador danés y su ayudante con el máximo accionista del club, Lorenzo Serra Ferrer. En una primera solución de urgencia, un hombre de la casa como Miguel Ángel Nadal se hará cargo del equipo en el partido del sábado en El Sadar, pero el club busca un sustituto y prácticamente todos los entrenadores actualmente sin equipo, desde Caparrós a Luis Aragonés, han sonado como posibles alternativas.

El central rojillo Rubén González, que hasta este verano ha sido parte del club mallorquinista, fue requerido ayer en Tajonar para tratar de poner algo de luz en torno a la convulsa situación del próximo rival rojillo, pero el defensa osasunista insistió sobre todo en que los de Mendilibar no deben confiarse y esperar a un adversario despistado, ya que entiende sus ex compañeros están inmunizados ante situaciones similares. «El Mallorca sigue siendo igual de peligroso», advirtió.

«En el tiempo que estuve allí sucedieron infinidad de cosas y al equipo nunca le afectó. No le ve a afectar para mal al Mallorca, incluso los unirá más para conseguir afianzarse y sacar algo positivo de aquí. Hay que tener mucho cuidado con eso», explicó el central gallego.

«He hablado con varios compañeros y amiguetes que dejé allí y están sorprendidos por cómo se vivió la situación. Se esperaba que hubiera un cambio de técnico, pero no con estas características», explicó el jugador osasunista en sala de prensa.

En el plano deportivo, el jugador rojillo señaló que espera un Mallorca similar al de Michael Laudrup, por el poco margen de maniobra para el nuevo entrenador al jugar en sábado, y destacó que el equipo mallorquín tiene jugadores «con mucha movilidad y muy peligrosos» arriba, a pesar de no tener un delantero centro nato.

Sin críticas a Serra ferrer

Rubén no eludió hablar sobre la polémica tras las declaraciones del ayudante de Michael Laudrup, Erik Larson, en las que calificaba al vicepresidente y máximo accionista de la entidad, Lorenzo Serra Ferrer, de «mala persona».

Para el central rojillo, el ex entrenador del Betis no merece tal adjetivo. «Son opiniones y sobre todo vivencias de cada uno. A lo mejor a Larson le hizo algo. Yo no tengo ninguna mala palabra que dar ni un tipo de mal comentario sobre Serra Ferrer. Para mí, se comportó como un señor. Yo no puedo hablar mal de él porque no me ha hecho nada. No sé si es la mejor persona del mundo o la peor, pero yo no puedo decir nada malo de él. Si tengo que decir algo, será algo positivo», explicó.

El defensa gallego será titular el sábado ante su ex equipo, ya que ha entrado en el once inicial tras las lesiones de los centrales titulares para el técnico José Luis Mendilibar: Sergio Fernández y Roversio Rodrigues. «Yo no he tenido nada que ver con las lesiones de los centrales», bromeó Rubén, quien añadió que, «me gustaría seguir contando con la confianza del entrenador sin que nadie se lesione», explicó.

Lo que prefirió eludir fueron las quejas que varios de sus compañeros han tenido esta semana sobre el trato arbitral de las últimas jornadas, «es una pelea que ni compete ni beneficia» al club rojillo. «Nosotros no tenemos la oportunidad de llenar espacios nacionales para poder quejarnos. Esta rueda de prensa no saldrá en un noticiero de máxima audiencia. Por mucho que diga y saquemos una hojita con los errores».