«Lo que debemos corregir es hacer más ocasiones de gol. Si la posesión no genera ocasiones de gol, es una forma estéril de imponerse al rival». Es la clave que, según dijo ayer Marcelo Bielsa en sala de prensa, les falta a los rojiblancos para lograr la ansiada victoria. Porque para jugar como el argentino idealiza aún le queda mucho a este Athletic. «La versión a la que puede aspirar este equipo está muy lejos de lo que hemos conseguido hasta el momento», asumió. Y a renglón seguido, otra dosis de responsabilidad ya habitual en el técnico: «La distancia entre lo que logra y lo que está en condiciones de obtener este equipo es un déficit atribuible a quien lo conduce, osea, yo».

Y es que el rosarino apenas sí habló de su rival de este noche, del que destacó sus «individualidades de peso» y su «secuencia de victorias». Así que para hablar un poco más del encuentro hubo que esperar al capitán, Carlos Gurpegi, quien reconoció estar motivado, como sus compañeros, por enfrentarse al equipo francés. «Cuando juegas contra rivales de esta entidad, si sacas un buen resultado y buenas sensaciones, te cargas de moral, sobre todo para el domingo», manifestó.

«Tenemos ganas de ganar»

El de Andosilla confió en que «puede ser un gran partido, una magnífica noche». Personalmente, dijo, «me preocupa mi equipo, porque si hacemos bien las cosas y tenemos acierto, somos un gran equipo difícil de batir». Gurpegi negó que hubiera ansiedad en el vestuario, sino «ganas de ganar». Es algo que quieren hacer, prosiguió, «para agradar a la gente y que se sienta bien con nosotros».

«Es un campo caliente»

Antes que ellos habló Antonie Kombouaré, técnico galo, que ha dejado a dos de sus mejores hombres en París y todo parece indicar, por sus palabras ayer en sala de prensa, que podría dar descanso también a algún titular más. «Reflexionaré tras el entrenamiento si doy descanso a otros jugadores», respondió escueto, entre ellos, al ex valencianista Sissoko, que viene de una lesión y el pasado domingo jugó sus primeros minutos.

El técnico parisino ha estudiado los tres últimos partidos del Athletic, desveló, un equipo «muy fuerte» del que está convencido de que «sólo le falta ganar partidos para coger confianza», algo que espera «no sea contra nosotros».

A su lado compareció el brasileño Nené, quien recordó sus años en el Alavés y la vivencia de algún derbi en San Mamés, donde marcó un tanto. «Es un campo cerrado, pequeño, con un ambiente caliente, donde la gente está cerca, un campo donde me justa jugar», rememoró .

«El público me recuerda al brasileño, siempre con su equipo», añadió el jugador, para asumir que el de esta noche será «un partido difícil» y reconocer que los rojiblancos son «el rival directo» en el grupo para alcanzar la primera plaza.