El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, dio ayer a conocer una valoración al cumplirse los cien primeros días del mandato del Gobierno que preside gracias al apoyo que Bildu recabó el 22M en las urnas. Partiendo de la constatación de que la sociedad demanda «trabajo común y búsqueda de acuerdos», afirmó que han demostrado esa capacidad de consenso, «pues ha logrado entenderse con otros partidos políticos tanto en fiscalidad como en peajes».

Garitano no pasa tampoco por alto el papel de la Diputación en la fusión de las cajas de ahorros: «Bildu se ha sentado en la mesa de negociación y ha dado luz verde a la fusión una vez garantizadas su labor social y naturaleza pública».

El diálogo no se limita a las altas esferas, ya que responsables forales, desveló, se han reunido también a lo largo de esta semana que está a punto de finalizar con la totalidad de alcaldes del herrialde para conocer sus inquietudes y necesidades. «Queremos estar cerca de los ayuntamientos, pues son ellos las instituciones más próximas a la ciudadanía», puntualizó.

Normalización política

En esa voluntad de alcanzar acuerdos, no se olvida el diputado general del papel que puede jugar la institución que preside en la normalización política de Euskal Herria, partiendo de la premisa de que «son necesarios el diálogo y la participación de todos». A este respecto, Garitano precisó que, durante estos tres meses, «algunos agentes han avanzado en ese camino; otros no. Hoy, quisiera hacer un llamamiento a estos últimos para que ellos también den esos pasos tan necesarios».

El otro gran eje de la reflexión del responsable foral es la difícil situación económica, ante la que han tomado decisiones pero señala que «no se nos escapa que todavía queda mucha tarea por delante, un largo camino que queremos hacer como hasta ahora: siguiendo la voluntad de las guipuzcoanas y los guipuzcoanos». Aclaró que esta situación no es nueva «por lo que la ciudadanía lleva años amoldándose a ella. Sin embargo -apuntó-, la Administración, en una situación de reducción de ingresos, ha preferido endeudarse para mantener el gasto».

Garitano recuerda que fue su Gobierno el que destapó que las arcas forales tienen un déficit de 101 millones de euros en sus presupuestos. «La sociedad guipuzcoana es lo suficientemente adulta como para que no se esconda y maquille la realidad», remarcó.

Prioridad, política social

Para equilibrar las cuentas, Bildu ha decidido paralizar, por el momento, determinados proyectos «para poder dar así prioridad a la política social y a los servicios de transporte público». Además, ha adelgazado la estructura del Gobierno foral, reduciendo en 19 el número de cargos políticos, cuyos sueldos se han visto recortados en un 20%. «Con esa simple medida respecto a la retribución de los cargos políticos -explicó-, la Diputación ha obtenido un ahorro de un millón de euros».

Otro paso en el mismo sentido es dar la vuelta a la política de endeudamiento: «En 2012 no vamos a generar deuda, por lo que nos limitaremos solamente a hacer frente a la ya generada. Se ha acabado la época del endeudamiento sin sentido».

El cambio también llegará a la política fiscal para que sea más justa. Por ello, informó de que se han reunido con ciudadanos, empresas y sectores en grave situación económica, para analizar cómo acabar con el fraude, fortalecimiento el control y el intercambio de datos entre el resto de administraciones.

Respecto a su decisión de no imponer un peaje en Etxegarate, el diputado general aseguró que «no es ni social, ni justo, ni sensato».

Otros cambios en la forma de gobernar llegarán con las decisiones adoptadas en ámbitos como el euskara, igualdad, participación, migración y derechos humanos.