CAMBIO ESTRATÉGICO EN LA IZQUIERDA ABERTZALE
Ekin decide autodisolverse tras concluir su reflexión
En el contexto del Gudari Eguna, Ekin ha dado a conocer su autodisolución como organización. Con ello pone fin a un recorrido iniciado en 1999, y lo hace animando a sus militantes a seguir trabajando por la independencia y el socialismo en la nueva apuesta de la izquierda abertzale.
GARA | DONOSTIA
La organización Ekin se presentó en un acto de masas en el Polideportivo Anaitasuna de Iruñea el 6 de noviembre de 1999, con el objetivo de impulsar la independencia y el socialismo a pie de calle incidiendo en la construcción nacional. Tras doce años de trabajo, ha decidido poner el punto final, según han revelado a GARA dos miembros de su última dirección.
La decisión se ha materializado en el contexto de este Gudari Eguna, y así se ha hecho saber en buena parte de las movilizaciones realizadas en pueblos y ciudades durante estos días. La autodisolución es el resultado de un debate muy profundo que comenzó ya en primavera y que se deriva del cambio radical de estrategia adoptado por la izquierda abertzale.
En este proceso interno se han puesto sobre la mesa preguntas como si la labor realizada por Ekin en pro de la construcción nacional puede consi- derarse cumplida satisfactoriamente. También la de si una organización de este tipo mantiene su sentido original en el nuevo escenario o bien se puede considerar «obsoleta».
Todo ello se ha contemplado, según explican sus portavoces, con una perspectiva global de buscar la «optimización» del potencial de la izquierda abertzale y lograr la máxima «eficacia» en la larga marcha hacia la independencia y el socialismo.
«Ha sido una reflexión tranquila, teníamos tiempo -detallan-. Nuestra organización nunca ha basado su trabajo en dar respuesta a cada nuevo hecho que sucede en el día a día, sino que siempre ha mirado a largo plazo, y tampoco ha tenido que atender en estos meses urgencias como las elecciones, por ejemplo», destacan sus portavoces. Inciden por tanto en que se trata de una conclusión adoptada de modo firme y a la vez sosegado, que se considera consecuencia natural de un cambio de ciclo como el que está en marcha.
Con estos parámetros, la reflexión ha concluido con la decisión de autodisolverse. Ekin se acaba aquí, pero los que han sido sus miembros no se marchan a sus casas, según matizan, sino que continuarán trabajando en el ámbito de la militancia o la construcción nacional en general, conscientes de que «el reto que tiene Euskal Herria en este momento es grande, pero los que van a venir son mayores todavía». Así, se pone énfasis en la idea de que «el capital político y humano» de Ekin es un «activo» muy válido en la dirección marcada por la izquierda abertzale con su nueva estrategia.
Pese a la represión
Los interlocutores de Ekin que han trasladado a GARA el resultado de esta reflexión, y que mantienen el anonimato por motivos lógicos de seguridad, inciden en que la autodisolución supone una medida sincera y coherente con el nuevo escenario creado. En consecuen- cia, consideran también que ya no tiene sentido alguno entrar a repasar o valorar las discrepancias producidas en torno al cambio de estrategia de la izquierda abertzale y que han sido públicas y notorias. Y subrayan que lo realmente importante es que la ciudadanía vasca se implique ahora a fondo en un proceso que depende más que nunca del impulso popular y que «también va a exigir un grado muy alto de compromiso».
En este punto resulta obligado también aludir a la represión que se ha cebado con Ekin prácticamente desde el inicio de su labor, todavía en los tiempos del Acuerdo de Lizarra-Garazi. Sobre este tema, los dos interlocutores de GARA traen a la memoria que «después de que empe- zaran los macroprocesos con la redada contra `Egin', Ekin fue la primera organización de la izquierda abertzale atacada y siempre ha sido objeto de una fijación especial por parte del Estado. Ha sufrido numerosas redadas y sus miembros han sido torturados con saña. Sin embargo, siempre ha seguido trabajando».
De hecho, apuntan que la organización nunca ha dejado de tener una dirección y de dinamizar la construcción nacional desde la base e incidiendo en los distintos sectores. Ekin hace un balance positivo de su labor en este campo, pero siempre matizando que los avances que se han producido en todos estos años -y que han sido factor clave también para posibilitar el cambio de estrategia impulsado desde Batasuna- no pueden considerarse como mérito exclusivo de Ekin ni de la izquierda abertzale en general, sino del conjunto de los abertzales.
Los miembros de Ekin dan por concluida su labor como organización, por tanto, recalcando que su «brújula» sigue fijada en los objetivos de la independencia y el socialismo. Y certificando que seguirán recorriendo ese camino con la apuesta de la izquierda abertzale como senda.
La decisión se ha tomado tras una reflexión sosegada iniciada en primavera y concluida ahora, que ha abordado tanto la labor hecha por Ekin como la nueva situación tras el cambio estratégico de la izquierda abertzale.