Movimientos políticos en Euskal Herria
El Acuerdo de Gernika propone una reunión a López tras su propuesta
«Aunque sea tarde y en gran medida obligado, bienvenido». Así han saludado los firmantes del Acuerdo de Gernika el discurso del jueves de Patxi López en el que por vez primera abrió la puerta al acercamiento de los presos, aunque poniendo diversas condiciones. Desde Gernika le solicitan una reunión, al igual que a Yolanda Barcina. La izquierda abertzale, por su parte, ve el «paso insuficiente» de López como la constatación de que ya es imposible sostener el bloqueo.
Ramón SOLA | DONOSTIA
El Acuerdo de Gernika estableció hace ya más de un año la necesidad de poner fin a la actual política carcelaria para crear un escenario democrático, abandonando medidas como el alejamiento de los presos. En consecuencia, ayer sus firmantes dieron la bienvenida a Patxi López por sumarse también a esta demanda social, aunque por el momento lo haga poniendo diversas condiciones.
Tras la intervención hecha el jueves en el Parlamento de Gasteiz, los firmantes del Acuerdo de Gernika han decidido solicitar una reunión a López, así como a la presidenta del Gobierno de Nafarroa, Yolanda Barcina. Lo hacen desde el convencimiento de que «el conflicto político lo solucionaremos con pasos de todas las partes».
«Consideramos que el lehendakari López llega muy tarde a un escenario político que este conjunto de agentes hemos contribuido a crear mediante una dinámica social y política muy intensa a lo largo del último año -matiza la nota del Acuerdo de Gernika-. No obstante, aunque sea tarde y lo haga porque se vea en gran medida obligado por hechos ajenos, queremos darle nuestra bienvenida a este nuevo escenario», añaden.
Junto a ello, los firmantes de la declaración, ratificada hace justo una semana en Gernika con la adhesión añadida del Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), trasladan a Patxi López que «si se lee la declaración con atención, se dará cuenta de que la verdadera hoja de ruta para la resolución del conflicto la tiene en el mismo Acuerdo de Gernika».
La intervención de Patxi López fue valorada en tono y contenido similar por varios agentes firmanes del Acuerdo y cuya opinión es de especial relevancia dada la cuestión tratada. Fue el caso de la izquierda abertzale y de Etxerat.
«Paso en la buena dirección»
En una rueda de prensa ofrecida en Donostia, la izquierda abertzale situó el discurso de López como una constatación de que en Euskal Herria ya es inviable sostener la estrategia del no. «Sus palabras, aunque todavía soporten el lastre de dos años de inmovilismo, representan un paso en la buena dirección. A este Gobierno Vasco que ha dado la espalda durante años al sentir mayoritario de la sociedad que debiera representar se le hace imposible mantenerse en posiciones de bloqueo», estiman.
El mensaje fue lanzado por Miren Legorburu y Txelui Moreno, quienes recalcaron que el movimiento del líder del PSE es «insuficiente» pero supone «un paso». Ahora llaman tanto al PSOE como al PP «para que abandonen su actitud de bloqueo y adopten una actitud proactiva y constructiva».
Iniciaron su análisis ampliando el foco y recordando que las últimas semanas han estado «plagadas de noticias y acontecimientos». En la cara de la moneda situaron dos hechos: la adhesión de EPPK al Acuerdo de Gernika y la presentación de la Comisión Internacional de Verificación. Y en la cruz, otros dos: la «escandalosa y vengativa» condena por el «caso Bateragune» y los recursos de Fiscalía y Abogacía del Estado contra la legalización de Sortu.
Se trata de dos dinámicas contradictorias de las que la izquierda abertzale extrae esta lectura global: «Se muestra que el proceso de soluciones y de normalización política y democrática avanza», pero se aprecia en paralelo que «hoy en día todavía hay fuerzas que se mantienen en la trinchera del bloqueo y del inmovilismo».
En esta colisión, Moreno y Legorburu explicaron que sienten que sus posiciones se refuerzan porque «aunque desde Madrid se insista, los intentos de hacer descarrilar el proceso en marcha, lejos de generar frustración, están reforzando a nivel político y social la apuesta política estratégica de la izquierda abertzale».
En este punto, trajeron a colación que durante estos últimos años «se ha intentado restar credibilidad a la izquierda abertzale y condicionar su apuesta. Para ello se han valido de la repre- sión, la intoxicación y la manipulación. Sin embargo, a día de hoy nadie con un mínimo de seriedad y sentido de la responsabilidad puede negar que los pasos dados y las iniciativas adoptadas por la izquierda abertzale han generado una nueva situación política». Es aquí donde ubican el movimiento de López.
Antes de terminar, censuraron a «aquellos que pretenden escribir un relato falseado de una paz basada en vencedores y vencidos». Les replican que «ninguna paz que se sustente en el argumento belicista de vencedores y vencidos ha sido ni justa ni verdadera. Y en nuestra historia tenemos numerosos ejemplos de ello».
Etxerat y LAB
También Etxerat considera «un paso» que López hable de cambiar la política carcelaria, pero critica que «apenas concreta nada en torno a la cuestión, y en un discurso con claros tintes revisionistas ni siquiera ha sido capaz de mencionar el sufrimiento originado durante todos estos años o solicitar el respeto de los derechos más elementales de nuestros familiares, amigos y amigas encarcelados».
Para el colectivo de familiares, la propuesta de López «llega tarde y se encuentra muy alejada respecto a lo que la sociedad vasca demanda». Por eso, Etxerat le pide que «dé pasos hacia adelante, sea valiente y responda a las demandas mayoritarias de la sociedad vasca». Y reivindica también el valor de «la hoja de ruta más concreta y aglutinadora presentada hasta el momento, como es el Acuerdo de Gernika».
La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, también observa como un avance insuficiente la intervención de Patxi López. En una entrevista a Onda Vasca, añadió sin embargo su sorpresa por cuestiones como «su especial habilidad para hacerse observador de decisiones sobre las que tiene que ser protagonista».
«Muchos de los pasos que dice [Patxi López] que se deben dar son pasos que puede y debe dar el PSOE y él es representante del PSOE», recordó Etxaide, quien consideró por tanto que lo que hizo en la sesión del jueves fue una especie de auto-emplazamiento.
El PP empieza a recurrir a la acusación de electoralismo para hacer frente a este movimiento incipiente del PSOE. Antonio Basagoiti consideró ayer que «meten a ETA en campaña para ganar votos» y que eso es supone «una irresponsabilidad». Rodolfo Ares le respondió que quien ha hecho esto habitualmente es el PP, no el PSOE.
El líder del PNV, Iñigo Urkullu, consideró peculiar que López presente como una idea suya el acercamiento, cuando fue demandado por el Parlamento de Gasteiz ya en 1997. Valoró que su propuesta refleja un «quiero y no puedo». Por contra, para la portavoz de Lakua, Idoia Mendia, el lehendakari ha dejado «fuera de foco» al PNV.
Como resultaba evidente, el PSOE confirmó ayer que Patxi López no se tiró a la piscina por su cuenta en el Pleno de Política General, sino que su partido conocía su intervención y la avalaba. En realidad, las cuestiones concretas introducidas en su discurso tienen como destinatario directo al propio Gobierno del PSOE, como responsable único de la política carcelaria y como parte en el proceso contra Sortu. En este segundo caso, ya es sabido que la Fiscalía y la Abogacía del Estado han presentado recurso contra su legalización, es decir, han actuado contra el criterio marcado verbalmente por López. En cuanto a la política penitenciaria, el portavoz del Ejecutivo en funciones, José Blanco, dijo ayer que «tendrá en cuenta» las ideas del lehendakari, pero no anticipó si se traducirán en algún cambio o no.
«La política penitenciaria ha formado parte siempre de la política antiterrorista, y como tal se rige por el principio de prudencia y discreción», dijo Blanco después del Consejo de Ministros. De los diez puntos de la declaración de López, Blanco quiso destacar otro, el que dice que «el final de ETA sigue siendo un objetivo irrenunciable y, por ello, todos exigimos a ETA de forma pública y tajante que deje todas las actividades terroristas y que se disuelva sin contrapartida ni condición». En cuanto al resto, el portavoz del Gabinete de Zapatero indicó que «la declaración del lehendakari contiene una política clara para acabar con la violencia en Euskadi y el Gobierno tendrá en cuenta la propuesta».
El máximo dirigente actual del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó en Catalunya Radio que está dispuesto a escuchar «atentamente» a López antes de tomar posición, aunque al mismo tiempo no ocultó que el PSOE sabía de primera mano qué iba a plantear. Sobre el punto en el que López habla de acercamiento de presos, Rubalcaba indicó que tales cosas habría que consensuarlas con el PP. Y a nivel personal ya, añadió que cree que «la hoja de ruta del lehendakari está muy puesta en razones» en un momento en que cree que «estamos acabando esta lucha».
Rubalcaba presidirá este fin de semana la Conferencia Política que ha convocado el PSOE para confeccionar su programa electoral. Al respecto, ayer ya se dejó claro que las ideas de López no tendrán incidencia alguna. «No habrá ninguna oferta electoral sobre política penitenciaria», aseguró la directora de campaña, Elena Valenciano.
Desde el PSE, José Antonio Pastor consideró que López «ha marcado una ruta» que «se irá abriendo poco a poco aquí en Euskadi y con toda seguridad también en el resto del país». En cuanto a Rodolfo Ares, consejero de Interior, recalcó el concepto de que «no habrá amnistía», introducido ya por Rubalcaba el día después de que EPPK suscribiera el Acuerdo de Gernika. GARA