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Las lesiones se ceban con la plantilla albiazul

A.U.L.

La temporada, definitivamente, no ha empezado bien para el Alavés. El proyecto albiazul no acaba de carburar y la enfermería, algo tendrá que ver, empieza a sufrir de superpoblación.

El último en sumarse a la lista ha sido Javi Casares, que el domingo cayó lesionado en el último minuto del partido frente al Zamora. Las pruebas médicas a las que se sometió ayer confirmaron que sufre una rotura del bíceps femoral de su pierna izquierda, lo que le mantendrá de baja por espacio de entre cuatro y seis semanas.

La ausencia del jerezano se une a las de Gorka Azkorra, Javi Rubio -ambos con una lesión similar- y Pablo Gallardo. El central andaluz, que ni siquiera ha podido debutar, tiene aún tiempo de recuperación por delante, pero el retorno de sus compañeros no se prolongará. De hecho, según se comunicó ayer desde el propio club, se espera que Azkorra pueda estar incluso en condiciones de participar el próximo miércoles en la visita copera al Albacete, mientras Javi Rubio podría reincorporarse tres días después, coincidiendo con la visita del Amorebieta a Mendizorrotza. Ninguno de los cuatro, de todos modos, podrá participar en el choque del próximo domingo frente a la Segoviana, en el que tampoco jugará Fachán, tras haber visto la cartulina roja frente al Zamora.

Susto

Habrá que ver, además, lo que sucede con Luis Prieto, protagonista del susto de la jornada. El central vizcaino tuvo que retirarse poco antes del descanso, tras sufrir un golpe en la cabeza que incluso le hizo perder la consciencia. Trasladado al Hospital de Santiago, se le diagnosticó un traumatismo craneoencefálico y se decidió que permaneciese ingresado toda la noche por precaución.

Ayer, por fortuna, Prieto recibía el alta, aunque es probable que espere algunos días antes de reintegrarse a los entrenamientos con sus compañeros.

Más allá del nutrido parte médico, las cosas no marchan bien en Gasteiz, donde incluso se empieza a cuestionar a Luis de la Fuente. El técnico riojano «entiende» los gritos que escuchó el domingo, pero se asegura «convencido» de que seguirá en el banquillo y de que podrá «revertir la situación». Dependerá de lo que suceda el fin de semana en su visita a Segovia.

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