Ahora aparecen en horas desclasificadas en Cuatro, pero son unos tipos que llevan varias temporadas entreteniendo al personal a partir de sus locuras mecánicas. Se llaman «Cazadores de mitos», y su búsqueda es comprobar si esos mitos o leyendas urbanas, de índole física o química, tienen alguna posibilidad de convertirse en realidad o son imposibles teóricos que tampoco puede demostrarse en la práctica.

Acaban de emitir una selección de algunos de sus programas para mostrarnos los lugares donde comprarán material para sus inventos, experimentos o pruebas. Y es, precisamente en ese rastreo por lo almacenes más inverosímiles, por cementerios de aviones, por ejemplo, en donde encuentran fuselajes o lavabos de avión, que tienen su mecanismo específico, pero también acuden a lugares más comunes, como puede ser el mayor especialista en arreglar aspiradoras domésticas, o el lugar donde pueden encontrar los recodos de tuberías, las piezas más imposibles que a nadie se le ocurra. Este repaso nos alienta sobre la capacidad del equipo para inventar, transformar, reciclar materiales de todo tipo, y, sobre todo, lo que tiene de incitación a utilizar la imaginación, las manualidades, para ofrecer un programa televisivo yo diría que espectacular, a la vez que didáctico, aunque en ningún caso su tono ni sus aspiraciones sean enseñar nada a nadie, sino intentar conseguir algo que hasta ese momento nadie ha realizado.

Se trata de una producción televisiva bastante exhaustiva, muy especializada, y en todo momento los protagonistas esos tipo tan peculiares, saben que están haciendo televisión, es decir que si renunciar a sus esfuerzos, sus elucubraciones, sus asuntos, buscan que se convierta en un programa televisivo ameno y que cree afición, o al menos despierte en amplios sectores de la audiencia una suerte de admiración por esos locos que con sus herramientas básicas, cuatro cosas buscadas o encontradas en la chatarra, se plantean experimentos físicos, que a veces logran y en otras fallan estrepitosamente, pero que se emiten en ambos casos, porque está claro que lo importante es el proceso, la idea, el camino hasta intentar lograrlo.