Los jugadores, cuando ponen el piloto automático, suelen declarar que sin defensa cualquier equipo es vulnerable. Pero, como reza en el Evangelio según San Mateo -Mt 7, 15-20-, «por sus obras los conoceréis». De tal modo que, a pesar de que la firmeza defensiva sea parte del libreto de todo equipo que se precie, incluido el Baskonia, cuando ésta dura sólo diez minutos la derrota suele ser una consecuencia casi lógica e inevitable.

El Caja Laboral Baskonia se llevó una merecida primera derrota liguera, después de encajar 71 puntos a partir del segundo cuarto frente a un CAI Zaragoza que demostró que en su casa va a resultar difícil ganar. Los hombres de José Luis Abós, tras aguantar la primera embestida -15-19 al final del primer período-, superaron a los de Ivanovic en todo. Con el brasileño Rafa Hettsheimeir como principal estilete -19 puntos, 7 rebotes y 25 de valoración-, bien acompañado por Van Rossom -12 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias-, los maños dieron un baño a un Baskonia perdido, en el que sólo se salvó Teletovic, y quizá Ribas.

Roto tras el descanso

Después de que el duelo llegara con todo por decidir al descanso, 38-34, éste se rompió en el tercer período. El Baskonia perdió la lucha por el rebote -32 a 24-, y también la del ratio balones perdidos y robados -13 robos y 15 pérdidas el CAI, 8 robos y 16 pérdidas el cuadro alavés-, con los bases Heurtel y Prigioni naufragando sin remisión. Sorprendió, asimismo, el muy mal partido de San Emeterio.

Entre el final del tercer período y el inicio del último, el CAIZaragoza abrió una brecha que rozó los 20 puntos, 69-50, y a partir de ahí, el resto del choque quedó a beneficio de inventario.