La Real volvió a evidenciar ayer, como en el derbi, una nula capacidad de reacción ante los goles del Zaragoza. Helder Postiga marcó en dos momentos psicológicos importantes, pero eso no justifica que un equipo no sea capaz de reaccionar ante las adversidades. Decía Mikel Aranburu la pasada semana que las rachas negativas en el fútbol conviene cortarlas cuanto antes. Será necesario sumar unos cuantos puntos en los dos próximos partidos ante Getafe y Levante antes de la visita del Real Madrid a Anoeta para que la preocupación que ha dejado el equipo en los dos últimos partidos no se convierta en una seria alarma.

Esta semana resultará dura para los realistas y deberán encajar unas críticas y una desconfianza que será tan exagerada como lo fueron los elogios y la euforia del inicio. Ante ese ambiente también habrá que reaccionar el próximo domingo en un partido muy importante contra un Getafe que llegará a Anoeta con dos puntos menos que los realistas. Es el partido ideal para que el equipo reaccione.