Todos los grupos presentes en la Comisión de Cultura de la Cámara de Gasteiz instaron ayer al Ejecutivo de Lakua -e invitaron, a su vez, a la Diputación de Gipuzkoa- a que retome las conversaciones con la familia del escultor Eduardo Chillida, para conseguir la reapertura del museo de Hernani, que cerró sus puertas el 31 de diciembre de 2010. Conversaciones éstas que se vieron truncadas a mediados de marzo, al no llegar la familia a un acuerdo con las instituciones.

La petición quedó recogida en una enmienda transaccional a una proposición no de ley presentada por UPyD, y solicita a Lakua que busque una fórmula que «garantice su viabilidad económica y de gestión». Tal y como señaló el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, «deben ser las instituciones las que den el primer paso».

Entre las peticiones de los Chillida están el acatar el «carácter monográfico» del museo, así como la «unidad permanente de la colección en los actuales terrenos». El Parlamento acordó además que la responsabilidad de la familia en cuanto al legado deberá ser acordado entre las partes implicadas.

A pesar de la unanimidad en la petición, también hubo reproches a la gestión y el modo en que el Gobierno de Lakua ha llevado a cabo hasta ahora las conversaciones. Carmelo Barrio (PP) expresó su preocupación por la «falta de profesionalidad, de rigor y de especialización de quien ha representado al Gobierno en la negociación», y añadió que «censuramos la actuación del Gobierno, su falta de sensibilidad, pero siempre podemos pedirle que reflexione».

La parlamentaria de PSE Pilar Pérez Fuentes recordó que en «once años de negociaciones» no se ha llegado a ningún acuerdo y criticó la «poca visión» de futuro de la familia, al romper las negociaciones. «No se entiende que el museo tenga titularidad pública y que la familia pretenda contar con un veto».

En cuanto al carácter monográfico, Pérez Fuentes propuso explorar otros modelos, como es el caso del recién abierto museo Balenciaga de Getaria.

Sin becarios en el Guggenheim

Coincidiendo con el 14 aniversario de la inauguración del museo Guggenheim de Bilbo, su director, Juan Ignacio Vidarte, compareció también ayer en la Comisión de Cultura para informar, a petición de UPyD, de la incorporación de becarios al museo entre 2006 y 2010. La comparecencia junto a la consejera de Cultura, Blanca Urgell, fue porque según «las inspecciones realizadas por Trabajo señalan que en los últimos años unas 200 personas han estado trabajando» en el museo y que estos becarios «en realidad ocupaban puestos fijos y necesarios para el museo, con una auténtica relación laboral, sometidos a horario y órdenes de la pinacoteca».

Vidarte rechazó «irregularidades» y Urgell recordó que aún no se ha celebrado el juicio sobre este asunto, por lo que «se está ignorando la presunción de inocencia». El director explicó que Trabajo suspendió el programa de prácticas, por lo que desde 2010 no cuentan con becarios.