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ESCALADA Patxi Usobiaga

El final de una carrera brillante

Tras dos años marcados por las lesiones, el campeón del mundo se despide de la competición, aunque no de la escalada.

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Amaia U. LASAGABASTER

Campeonato del Mundo, Copa del Mundo, Campeonato de Europa, Campeonato de España, el primer 8c+ a vista mundial... Patxi Usobiaga no sólo es el mejor escalador, sino uno de los mejores deportistas que ha tenido Euskal Herria. «Ha sido», habrá que decir de ahora en adelante, porque el eibarrés hizo oficial ayer su despedida. Aunque más que de un final haya que hablar de un simple cambio de ciclo.

Porque Usobiaga sólo deja la escalada de momento -«siempre seré escalador», subraya-. El capítulo que realmente cierra, a sus 31 años, es el de la competición. Y es que en julio de 2009 alcanzó el cielo con el Campeonato del Mundo que conquistó en China, pero lo que le ha tocado recorrer desde entonces han sido los infiernos, con una lesión de hombro que le obligó a pasar por el quirófano y una posterior hernia discal, consecuencia de un accidente automovilístico, que han resultado definitivas. «Ha sido muy duro -explica el eibarrés-. Sobre todo este último año, en el que he tenido una lucha contra el tiempo porque iba pensando `me tengo que recuperar para este mes o para el Campeonato'... Ha sido un año de lucha hasta llegar a esta decisión. No quería que llegase tan pronto, pensaba quizá en uno o dos años más, pero al final ha llegado. Y la verdad es que una vez que la he tomado estoy supercontento».

Lo está, también, con «lo que he vivido estos nueve años. Ha sido muy grande, estoy supersatisfecho». No es para menos, viendo su palmarés, no sea precisamente alguno de sus éxitos más sonoros con el que encabeza Usobiaga su listado de mejores recuerdos. «Cada momento ha sido muy importante -confiesa-, pero quizá me quedaría con el primer Campeonato de España Junior, en Madrid. Tenía 14 años, fue con mi padre y quedé segundo. Fue el inicio de mi carrera. Luego ha habido cosas muy importantes, pero ése fue el principio. Y en lo que respecta a la roca, me quedaría con «Bizi Euskeraz» -en 2007 se convirtió en el primer escalador del mundo en lograr un 8c+ a vista en esta vía de Etxauri- porque las sensaciones y la pelea que tuve entonces fueron increíbles».

La satisfacción, echando la vista atrás, también llega con la sensación de haber contribuído de alguna manera al futuro de este deporte. «Quizá he abierto las puertas de la competición, del alto nivel, como lo hizo también Irati Anda. Yo creo que puede ser una ayuda para el escalador que viene ahora, que ve que es factible. No soy un americano que entrena no sé dónde. Se me ha visto aquí, entrenando, sufriendo, sonriendo, llorando... Soy de carne y hueso y al ver eso, el que empieza a escalar ve que es factible».

También hay algún pero, que en su caso llega de la roca. El escalador guipuzcoano se retira con la pena de no «haber subido al 9b en roca. Lo echaré de menos porque creo que he tenido épocas en las que creo que podía haberlo conseguido y por eso me da más pena».

El futuro

Y es que la mejora continua ha sido una de las obsesiones -y, probablemente, la clave de sus éxitos- de Usobiaga. También uno de los motivos que le ha obligado a, de momento, dejar por completo la escalada, que se había convertido en una «tortura» por la imposibilidad de progresar. Hace meses que no se calza los pies de gato «porque me resulta frustrante. Cada día quiero mejorar lo del anterior, quiero progresar, y más, y llegar a mi máximo, y cuando me levanto al día siguiente veo que es imposible, con lo que se ha convertido en una tortura. Así que tengo que descansar, recuperarme y, con tiempo, volver a empezar de cero». Porque si algo sabe es que «algún día me levantaré con ganas de volver a ponerme los pies de gato y mirar hacia arriba».

De hecho, sus planes de futuro «tienen que ver con la escalada, que es mi vida», aunque no quiera desvelar demasiado al respecto «porque todavía lo estamos cocinando. Pero sí puedo decir que me permitirá hacer mucho de lo que no he podido hacer hasta ahora, porque prácticamente toda mi vida consistía en entrenar y competir. Pero yo conocí la escalada en el monte y la escalada es eso, viajar, conocer lugares, gente...».

Esos proyectos no son los únicos que mantienen ocupado a Usobiaga, que también ha encontrado «más que un hobby, una obsesión»: el surf, que descubrió cuando un amigo le regaló una tabla. Después, «conocí en Zarautz a un montón de gente que me está enseñando. Es muy difícil, paso miedo, pero estoy supercontento. Gracias a eso tengo motivación, ganas de sonreir y ganas de despertarme cada día», añade.

Tanto que, «si hoy no hubiera habido mala mar, no estaría aquí». Una broma, evidentemente, porque si algo quiso dejar claro el eibarrés es que «he venido para despedirme pero, sobre todo, para dar las gracias a todos los que me han apoyado durante estos años, sponsors, Ayuntamiento, el Club Deportivo, la familia... Sin todos ellos no habría sido posible».

Buena muestra de su agradecimiento es que todos ellos, que le acompañaron ayer en su despedida -la Diputada de Juventud, Cultura y Deportes Ikerne Badiola anunció que la institución foral también le rendirá un homenaje a fin de año- se llevaron incluso un obsequio de manos del escalador guipuzcoano. El último gesto de un campeón.

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