Europa League
Un partido por medio pie
El Athletic intenta enlazar su cuarta victoria, con la que allanará considerablemente su clasificación para dieciseisavos de final.
Amaia U. LASAGABASTER
Primero fue para empezar con fuste la andadura en la Europa League, luego para ganar confianza y puntos en el torneo continental, a continuación para desempolvar el casillero en Liga y ahora para fortalecer el liderato de grupo. En la suerte de historia interminable en que se convierte una temporada, todas las victorias ofrecen una motivación especial que invita a pelear. En este caso, la que sería la cuarta consecutiva para el Athletic, equivale a medio pie que, unido al que ya ha metido, dejaría a los rojiblancos a otro tanto de colarse en los dieciseisavos de final de la Europa League.
Todo invita a pensar que puede conseguirlo. La buena trayectoria del equipo en las últimas semanas, la confianza que dan los puntos, un juego que ofrece señales evidentes de mejoría a cada partido y también la entidad del rival. Quizá por eso los rojiblancos tengan en sí mismos y en su entorno a su peor enemigo. En forma de exceso de confianza sobre la que ayer advertía Carlos Gurpegi. «Tengo la sensación de que, en los últimos años, cuando nos hemos considerado mejores que el rival y hemos salido al campo con el pecho inflado nos hemos llevado un disgusto». Justo lo que necesita un equipo en pleno crecimiento, pero con las dudas y los temores todavía demasiado cercanos como para arriesgarse a batacazos.
Marcelo Bielsa tampoco quiere sorpresas al respecto y recuerda que el Red Bull ya jugó «un primer tiempo de nivel contra el PSG -pese a que acabó perdiendo el encuentro del Parque de los Príncipes-, con buen juego, con preminencia ante un rival importante...». Y no cree que fuera fruto de la casualidad, porque considera al austríaco un equipo «ágil, con mucho dinamismo, muy explosivo físicamente y con algunos talentos que compensan al equipo entre creatividad y esfuerzo». Por eso no cree que vaya «a ser un rival accesible, aunque tampoco creo que no podamos intentar superarlos». Lo que tiene claro es que el téorico favoritismo de los rojiblancos hay que «demostrarlo en el campo».
Coincide Ricardo Moniz, que siente «mucho respeto» por el Athletic, pero considera que es superable si su equipo mantiene «la misma línea» que le llevó a «ganar al Bratistlava por 3-0 y hacer un buen partido contra el Paris Saint Germain». En este sentido, el técnico austríaco admite que el conjunto rojiblanco «es un gran rival», al que «respeta» y del que «sabemos que podemos aprender», pero se muestra más preocupado por «concentrarnos en nuestro juego. Nos centramos en nosotros para intentar seguir la línea de los dos partidos anteriores».
La misma convocatoria
Algo similar debe pensar Bielsa, teniendo en cuenta el momento que atraviesa su equipo. Es probable, de hecho, que el técnico alinee esta noche el mismo once que se enfrentó de inicio a Osasuna, pese a que apenas hayan transcurrido 72 horas de un partido a otro. Para empezar, ya ha convocado a los mismos jugadores que entonces, concentrados desde ayer.
Pero es que además, Bielsa no es demasiado amigo de las rotaciones, aunque deje una pequeña puerta abierta a la posibilidad de introducir alguna novedad. «No pienso en modificaciones por ese motivo», aseguró, en referencia a la situación física de sus hombres, a los que ve totalmente recuperados de sus esfuerzos. Pero quién sabe si por otro motivo, de tipo táctico, sí lo haya.