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Juicio por la muerte por silicosis de un trabajador de Soemin

J. BASTERRA | BILBO

El Juzgado de lo Social número 6 de Bilbo analizó ayer la demanda de los familiares de ex trabajador Gerardo Fuentes para que se le reconozca la enfermedad profesional, dado que se le desarrolló un cáncer en un pulmón a consecuencia de la silicosis, lo que le produjo la muerte en junio de 2010.

El polvo de sílice está considerado dentro del mundo científico como cancerígeno, con lo que la familia del ex trabajador fallecido defiende que el cáncer de pulmón que desarrolló y por el que falleció «tiene su origen en la exposición al polvo de sílice que previamente le hizo desarrollar una silicosis», según mantuvo la abogada de la familia.

El ex trabajador Gerardo Fuentes había sido declarado afecto a una incapacidad permanente total por la silicosis que padecía como consecuencia de su trabajo en la piedra de esmeril, en su trabajo en la empresa Soemin SL, de Castro Urdiales. Posteriormente fue diagnosticado de cáncer de pulmón a consecuencia del cual falleció en 2010.

«Una nueva pandemia»

En la vista se explicó que estos problemas con la sílice cristalina y los productos de aglomerados de cuarzo se están extendiendo, pero que es en este momento cuando están cobrando mayor relevancia, porque se calcula que la enfermedad no aparece hasta los diez años de haber estado en incubación.

En el juicio se demostró la falta de prevención ante la silicosis y se reconoció que los empresarios no apostaron, igual que ocurrió con el amianto, por la seguridad de las instalaciones para la salud de los trabajadores.

En varias ocasiones, Jesús Uzkudun (CCOO) ha subrayado que «la silicosis es un problema de igual o mayor gravedad que el amianto. Por eso, se hace necesario y urgente la creación de un potente movimiento sindical y social que impulse la solución a este problema de salud pública, porque se va a convertir en una pandemia».

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