«Somos conscientes de que los cambios que queremos realizar en Donostia nos llevarán su tiempo, al igual que los procesos participativos que queremos impulsar. Tiempo y trabajo», declaró ayer el alcalde de la capital guipuzcoana Juan Karlos Izagirre durante su comparecencia en el Debate sobre el Estado de la Ciudad.

En la cita, que se prolongó durante tres horas, el Gobierno Municipal habló sobre sus objetivos para los próximos cuatro años, así como sobre los proyectos que impulsará y descartará, algo que ya ha hecho anteriormente, interpelado en varias ocasiones por el resto de las formaciones que componen la oposición. Por ello, consideró que la convocatoria era un ejercicio para «rendirle cuentas» y reiteró que harán «una política diferente porque creemos que es posible». Dicha política estará basada en la participación, y apeló a la ciudadanía a que no se conforme con «votar cada cuatro años». Ernesto Gasco, portavoz municipal del PSE, se sintió aludido y espetó al alcalde: «¡Otra forma de hacer política... Parece que somos marcianos y usted el único con visión terrenal!».

En cuanto a las prioridades de Bildu en el Ayuntamiento de Donostia, señaló que el primer eje de su legislatura se centrará en el «bienestar social», donde «las personas tendrán prioridad absoluta». Así, Izagirre anunció que en Riberas de Loiola se abrirá un centro de bienestar y que el albergue municipal para las personas sin hogar permanecerá abierto durante todo el año.

El debate de la vivienda acaparó buena parte del tiempo, si bien todas las formaciones se mostraron de acuerdo al señalar que el modelo actual no funciona y que hay que promover la vivienda pública de alquiler. Eso sí, Izagirre adelantó que «los proyectos basados en ciencia ficción han terminado» y que, por lo tanto, Auditz Akular no se ejecutará porque supondría «hipotecar» a la ciudad. Y aportó cifras: el desembolso inicial de 116 millones de euros ascendió hasta los 200 millones de euros, según el último informe técnico. «Y el proyecto de Antondegi -agregó-, es otro Auditz Akular». Lo que sí saldrá adelante es la construcción de las 600 viviendas públicas de alquiler en el barrio de Txomin Enea.

Puntos de desencuentro

Ramón Gómez, portavoz municipal del PP, y Gasco, culparon a Izagirre de «marear la perdiz», después de que el Gobierno Municipal haya apostado porque la nueva estación de autobuses se ubique en Riberas de Loiola, y no en Atotxa. Izagirre dijo que Donostia «necesita una estación Intermodal», y que el proyecto de Atotxa, «decidido a trancas y a barrancas, nunca pasará de ser una mera estación de autobuses». Por ello, propuso el nuevo emplazamiento, donde confluirían Dbus, Renfe cercanías y largos trayectos, Euskotren y diferentes compañías de autobuses.

Aunque el estudio más reciente indica que la estación podría estar terminada en 2016, Gasco, cuyo partido gobernó en Donostia durante veinte años sin lograr construir una estación, se preguntó cómo llegarán a Donostia «los millones de turistas que nos visiten», en alusión a la oposición de Bildu al TAV y al retraso en la nueva estación.

La demora que propondrán para la incineradora y la construcción de la macrocárcel tampoco contó con el respaldo de la oposición. Josu Ruiz, portavoz de Bildu, recordó que han sido numerosos los agentes sociales que han rechazado este nuevo centro penitenciario, y señaló que hay que buscar otro sistema de reinserción social. Después de que Ruiz dedicará unos minutos a este asunto, Gasco le respondió que «la cárcel tiene que existir» y que él tiene «la conciencia muy tranquila porque sé que no iré nunca a la cárcel».

Si bien por cuestión de tiempo es inviable, Izagirre adelantó que para aprobar los presupuestos de 2013 impulsarán la participación, siendo Donostia la primera capital vasca en hacerlo.