Gales y Australia se enfrentan mañana por el bronce en el Campeonato del Mundo que se disputa en Nueva Zelanda, con el Eden Park de Auckland como escenario del encuentro.

El veterano segunda línea australiano Nathan Sharpe llegará a los cien partidos como internacional, algo que tan solo han logrado cuatro jugadores en la historia Wallabie. Sharpe, de 33 años, no pudo lograr la cifra en las semifinales ante Nueva Zelanda, ya que el entrenador Robbie Deans apostó por el joven Rob Simmons en su lugar.

El antiguo capitán aussi parece que estará entre los veintidós seleccionados, ya que el segunda línea Dan Vickerman se lesionó en el hombro y en la pierna, además de sufrir una fractura en la nariz, en los días previos.

Gales espera mantener la buena forma demostrada en la Copa del Mundo y lograr un tercer puesto que igualaría su mejor posición en un Mundial, concretamente en el celebrado en Nueva Zelanda en 1987.

Warren Gatland, seleccionador galés, confía que la controvertida derrota de los dragones por 8 a 9 ante Francia sirva como motivación y aliciente para que sus jugadores puedan colgarse el bronce. Los hombres de Gatland no tuvieron suerte ante el XV del Gallo ya que fallaron cuatro golpes que, a la postre, fueron claves y les hubieran dado el pase a la final.

«La derrota ante Francia fue difícil de digerir. El marcador dirá que perdimos, pero el hecho de competir con catorce jugadores muestra el carácter y el carisma que tenemos en este equipo tan joven», declaró el talonador Huw Bennett .

La selección galesa no podrá contar con Adam Jones, lesionado, ni con Sam Warburton, sancionado durante tres semanas.