Se suelen asociar las de montaña con accidentes y por parte de la fraternidad montañera esto suele ser objeto de dolidas críticas, pero hay que reconocer que entre los cuatro tipos de noticias principales relacionadas con la actividad alpina, la trágica es mas noticia que las demás.

¿Qué cuales son las otras tres? Pues están en primer lugar los éxitos alpinos, subidas a grandes cumbres, nuevas vías de dificultad, etc. Que pueden tener interés para participantes de la secta o comunión montañera, pero bastante menos entre público ajeno, a no ser que haya previamente un apropiado y extenso masaje publicitario.

El tercer tipo de noticias está relacionado con «las escapadas», el «por los pelos» o «la montaña no quiso», lo que también resulta interesante para el pequeño gran público.

Y finalmente tenemos el cuarto tipo, en donde predominan por propio derecho las curiosidades, sucedidos varios y extravagancias alpinas, apartado en el que el lector puede situar, con gran acierto, el contenido habitual de esta columna.

Así, sin darme cuenta me ha salido una taxonomía del relato periodístico comercial alpino. Pero... esperen, me he dejado en el tintero RAM las características principales que convierten una noticia anodina en éxito reporteril, aquello que puede dar valor añadido ¡y de qué manera! a cualquiera de las otras, a saber: el sexo, el dinero, la bronca.

De momento el tema del dinero y del sexo queda fuera de las crónicas alpinas, no así el tema de la bronca y el drama. Todo se andará.