Confianza e ilusión ante el nuevo tiempo
La izquierda abertzale cerró ayer, con un acto en Altsasu, una semana que pasará a los anales de la política vasca. Y no fue casualidad que eligiera esta localidad, tan ligada a su propia historia, para comparecer ante la opinión pública. Hace prácticamente dos años, miembros destacados de este sector social y político iniciaron en ese mismo escenario un camino que ha conducido a este país a una situación inédita, donde la posibilidad de alcanzar una resolución satisfactoria al conflicto está más abierta que nunca. El menos apasionado de los analistas admitiría que la situación es hoy diametralmente opuesta a la que existía cuando se produjo aquella primera declaración, en la que un centenar de personas anunciaba los principios y voluntad de la izquierda abertzale para emprender un proceso democrático.
Dos años después, quienes entonces desconfiaron o incluso descalificaron aquella iniciativa son también partícipes de un nuevo tiempo, al que la izquierda abertzale entra convencida de que tiene todo por ganar. Llega con una ilusión que contrasta con el estado de ánimo de aquellos que llevan cuatro días vendiendo un relato de victorias y derrotas, pero que miran al futuro con cierta preocupación. Porque en este nuevo escenario, que les ha cogido a contrapié, nada está escrito, y algunos confiaban ciegamente en un guión que ya ha quedado desfasado. Fue la iniciativa unilateral de la izquierda abertzale la que hizo posible cerrar un ciclo de la historia de Euskal Herria, y la nueva fase que se abre a partir de ahora necesitará igualmente de ella. Pero será una izquierda abertzale nueva, renovada, que volverá a requerir de la implicación y el compromiso de su militancia y de su base social para definir y estructurar una nueva organización política.
Hace una semana, el Palacio de Aiete acogió un evento de calado internacional y, desde ese día, los acontecimientos se han sucedido con una rapidez insospechada. Sin embargo, todavía hay que seguir trabajando duro y con paciencia. Y en ello está la izquierda abertzale que, plena de confianza, ha renovado su compromiso en defensa de una Euskal Herria libre y en paz.