Europa se cita el miércoles para cerrar los acuerdos financieros
El Consejo Europeo desatascó los problemas para cerrar los acuerdos financieros, aunque ese paso se dará el próximo miércoles en Bruselas en una nueva cita extraordinaria, previa a la reunión de los responsables de la Eurozona. Allí se espera que se pida a los bancos que asuman un 50% de la deuda griega y a cambio se recapitalizará con 100.000 millones.
GARA | BRUSELAS
El presidente permanente del Consejo de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, y el jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, subrayaron ayer «los importantes avances» que los líderes europeos lograron para llegar a un acuerdo sobre el plan global para frenar la crisis de la deuda de la Eurozona el próximo miércoles, cuando se reúnan de nuevo en Bruselas de manera extraordinaria, previa al Eurogrupo.
Dicho plan incluye exigir a los bancos que asuman pérdidas de alrededor del 50% en la deuda griega en sus balances, a la vez que prevé recapitalizarlos con 100.000 millones y reforzar el fondo de rescate con el objetivo de contener el contagio posible de Italia y el Estado español.
Los países de la UE han llegado a un principio de acuerdo sobre la recapitalización de la banca europea, en virtud del cual se exigirá a las grandes entidades un ratio de capital de máxima calidad del 9%, con lo que se verán obligadas a conseguir unos 100.000 millones en nuevos fondos. Las reticiencias del Gobierno español en este tema quedaron patentes ayer porque si se aprueba esa cantidad, afectará a la recapitalización de los bancos BBVA, Santander, Caixabank, BFA Bankia y Popular.
Enfrentamiento
En la rueda de prensa al término de la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, Van Rompuy destacó, sin embargo, que «se ha avanzado mucho» en el consenso de los líderes sobre un plan coordinado para recapitalizar los bancos europeos y mejorar su financiación, por lo que cree que se podrá cerrar de forma definitiva el próximo miércoles.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se reunirán, de nuevo, el 26 de octubre de forma extraordinaria, justo antes de la cumbre de la Eurozona en la que está previsto la aprobación del plan global para combatir la crisis de la deuda. No estaba prevista una nueva reunión del Consejo Europeo, pero fue convocada ayer por el presidente permanente, Herman Van Rompuy, a petición sobre todo, del primer ministro británico, David Cameron, que no quería quedar excluido de la toma de decisiones sobre la crisis. Ese hecho provocó un enfrentamiento con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que rechazó interferencias de los países que no usan el euro, según fuentes europeas.
Lo que quedó claro es que la nueva cumbre de los líderes de los 27 será breve y servirá para ratificar el plan de recapitalización de alrededor de 100.000 millones de euros para la banca, que afectará a las grandes entidades de todos los Estados miembros y no sólo a la eurozona. Los dos otros pilares del plan anticrisis, el aumento de la quita sobre la deuda griega y el refuerzo del fondo de rescate para contener el contagio al Estado español e Italia, serán aprobados a continuación por los líderes del Eurogrupo, que mantendrán informados al resto.
El presidente francés Nicolas Sarkozy salió en defensa del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para explicar que el Estado español no se encuentra «en primera línea de los problemas económicos y financieros», debido a «los enormes esfuerzos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero», precisó Sarkozy, tras el encuentro que se desarrolló en Bruselas. El mandatario francés se incluyó a Mariano Rajoy en el esfuerzo.
Antes, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ante el resto de mandatarios de la UE de los Veintisiste que «se han tomado muchas medidas desde el pasado mes de julio para contribuir a la consolidación fiscal y a cumplir el objetivo de rebajar al déficit del 6% este año por valor de 7.650 millones de euros suplementarios», aunque por ejemplo el Servicio de Estudios del Grupo Santander mantiene sus dudas sobre esa meta.
Rodríguez Zapatero respondió así a la canciller alemana Angela Merkel, quien solicitó a Italia y al Estado español más esfuerzo para lograr sanear las cuentas públicas para evitar arrastrar al resto de la UE en este camino.
El Consejo Europeo, además de abordar los desafíos inmediatos que plantea la crisis financiera, sirvió «para intensificar los esfuerzos para garantizar un crecimiento sostenible y crear empleo». La UE se da de plazo antes del cierre del 2012 para «lograr una respuesta común para fortalecer el crecimiento económico y aumentar el empleo» y, entre otros asuntos, pidió el mercado único digital.
Los bancos deberán asumir las pérdidas de un 50% de la deuda griega, se les recapitalizará con 100.000 millones y se reforzará el fondo de rescate europeo para evitar que la crisis financiera contagie a otros países.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE nombraron este domingo al viceministro alemán de Finanzas, Jörg Asmussen, como sustituto del dimitido Jürgen Stark en el consejo ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) para un mandato de 8 años a partir del 1 de enero de 2012. Hasta entonces, Stark seguirá en el cargo. Asmussen pidió una recapitalización simultánea de todos los grandes bancos de la UE para evitar «un efecto estigma».
Los expertos consideran que Asmussen, que pertenece al opositor Partido Socialdemócrata alemán, tendrá una posición más abierta al programa del Banco Central de compra de bonos de los países periféricos de la eurozona que su antecesor.
Stark abandonó su cargo el mes pasado en protesta por la decisión del BCE de comprar bonos de Italia y el Estado español para frenar el contagio de la crisis de deuda por considerar que desborda su mandato y borra la separación entre política fiscal y monetaria. Siguió así los pasos del anterior presidente del Bundesbank, Axel Weber, que también renunció a presidir el Banco Central Europeo por oponerse a la compra de bonos griegos y portugueses ante la crisis financiera. GARA