PSOE y PP intentan no resbalar en el nuevo terreno abierto por la declaración de cese definitivo de ETA, y más aún con las elecciones estatales a la vuelta de la esquina. Sus candidatos, Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, coinciden por ahora en que hace falta lograr la disolución de la organización armada, para lo que Rubalcaba asume que el Estado tendrá que afrontar el tema pendiente de los presos.

La hoja de ruta de la Declaración de Aiete establece en su segundo punto -el primero ya lo ha cumplido ETA- que para ello Madrid y París deberían aceptar la oferta de diálogo de la organización. Y es aquí donde sí se advierte un matiz diferente entre ambos candidatos. Mientras el del PSOE dice que eso lo tendrá que decir el nuevo Gobierno, el del PP sostiene ya que no hablará con ETA.

Entrevistado en ``Público'', Rubalcaba dijo compartir el criterio de Jesús Eguiguren de que «mientras haya presos, hay ETA». Recuerda que «también hubo IRA hasta cinco años después de acabar el IRA. Ninguna organización terrorista se disuelve hasta que sabe qué va a pasar con sus presos».

A partir de ahí, pospone cualquier acción concreta a la próxima legislatura: «Lo que haya que hacer deberá consensuarse con los partidos políticos democráticos». En ese momento, cree que el PP «va a hacer la misma política que hemos hecho nosotros, que es la que hicieron ellos. ¡Pero si acercaron a más presos que nosotros! Aunque si ganan las tesis de Aznar, estos son capaces... pero no, no me parece razonable», acaba.

Por su parte, Mariano Rajoy, candidato del PP, sostiene en ``El Periódico de Catalunya'' que con ETA no tiene «nada que hablar». «No hay dialogar sobre ninguna consecuencia de un conflicto que no ha existido. En el País Vasco, no ha existido ningún conflicto político, lo que ha habido es una banda criminal que ha querido imponer por la fuerza sus tesis y que ha sido vencida por la sociedad española», indica.

En cuanto a Patxi López, en ``El Correo'' coincide en que hará falta asegurar la disolución de ETA, pero plantea que la situación de los presos debe encararse «sin prisas».